La última vez, hice una lista de defectos,
pero de parte de ella. Ojo, que lo hice pensando de la manera lo más objetiva posible, y en los últimos días, me he puesto a leerlas una y otra vez, para
poder convencerme bien de que debo seguir alejado en
contacto cero, alejamiento facilitado completamente por su
eliminación virtual. Ahora, me toca a mí hacerme una lista de las cosas que hice mal en esta última relación, de tal forma de no repetirlas. A ver...
1- Cedí mucho en uno de mis sueños: siempre he querido formar familia, tener hijos, etc. No es que sea un ideal que he perseguido sin fin, pero sé que si sientes que encontraste a la indicada, pues ahí es. Ella siempre estuvo dubitativa, al principio lo comprendí y acepté, sin ningún problema, pero luego de ir avanzando el tiempo esta duda se volvió aún más
enredada, sin embargo, cedí... demasiado, asimilando finalmente su "proyecto de vida", si es que había, y dejando de lado lo que siempre quise, incluso, dudándolo.
2- Me enamoré del proyecto: conectado con el punto anterior, me adapté a ella. Esto, de primera, no está mal, es parte de ser pareja: adaptarse, sin embargo, cuando esta adaptación pasa por dejar debajo de la alfombra las cosas que realmente quieres o sientes que quieres, está mal y terminas sacándote de ti mismo.
3- Perdí la capacidad de comunicarme asertivamente: al principio, la aplicaba como debía ser, y de hecho, ella se daba cuenta de algunos errores. Pero, con el tiempo, sus actitudes y reacciones, sobretodo en las relacionadas con las peleas y conflictos eran tan extremas (
ley del hielo muy amplia, bloqueo de WA, borrar de RR.SS., recriminaciones, juicios, etc.), que empecé a temer perderla (sí, así de tonto suena si lo lees bien) y comencé a
aceptar todos los cargos que se me imputaban, con tal de no hacer crecer el problema, así que a sus ojos, siempre fui el culpable, de lo que fuera. Eso último no quiere decir que cuando realmente me equivoqué, las asumí como debía ser y todo bien. El resto,
"bueno, sí, fui esto, fui esto otro, no peleemos más...", etc.
Esto propició lo del
último y final término, de hecho, ya que fue un tema que siempre, pero siempre tuvo y tendrá en su mente: así seguramente se referirá con el "nuevo":
"fue un pendejo, perdí el tiempo", qué sé yo. Si alguna vez supiera que ella ya no me daba seguridad (sí, los hombres también necesitamos sentirnos seguros).
4- Acepté que nunca quisiera decirme "te amo": no es que haya sido nunca tampoco, incluso fue la primera en decírmelo, y luego, pues que no lo dijo más. Siempre era: Que le costaba, que no estaba acostumbrada, que el "te quiero" era su "te amo", que no la presionara, que si no me bastaba con sus acciones, que si tenía que estarlo diciendo todo el tiempo para que le creyera, bueno, la excusa que quieras. Y yo, el bolas tristes, aceptaba, porque la entendía...
A toda persona que se lo cuento, me dice:
"entonces, no te amaba, ya está". Y bueno, parece que tenían razón. Pero no dudo que me quería muchísimo, era preocupada cuando correspondía, aunque no en demasía,
recordemos su lista de defectos.
5- Crisis de pánico sucedidas por conflictos: sí, suena un poco fuerte, pero así fue. La primera, por un viaje, en donde tenía que hacer unas reservas y por pega, no había podido verlas: la 1era vez que me dijo pendejo, que era una mierda... ¡me cortó!, yo ahí, me sentí a morir, luego caché lo que realmente me pasó: falta de aire, dolor en el pecho, etc... ¡debí haberme alejado! Gilazo. Igual, fue de las pocas veces que ella se dio cuenta de su error, el día siguiente me habló, en la noche, pidiéndome perdón. Día siguiente, en la noche.
Otra vez, fue una pelea por WA, yo estaba en el trabajo y ni siquiera recuerdo qué fue (nada sin mucha importancia) y me dio fuerte. Ahí ella se dio cuenta, de hecho, me fue a buscar, pero no lo asumió como algo suyo, sino a mi estrés. Me fue a dejar a la casa y me iba retando en el camino: cuento corto, le dije "pero déjame de retar, que esto en parte fue porque peleamos" (sé que debí ser más cauto y todo, pero no estaba bien) y ella me miró con cara de querer tirarme a la calle, y le dije: "no más, por favor o mejor me voy solo", punto.
Y recuerdo otra vez que... bueno, en fin, da como para una entrada a parte, ¿no crees?
6- Fui meloso y esperé lo mismo a cambio: sí, a veces era meloso y esperaba a cambio algo parecido. Desde el 1er 14 de febrero (uy, se viene el primero soltero en muchos años, espero
no estar para ese entonces...) que no quiso celebrar porque lo encontraba ridículo, luego me fui resignando a que si le decía
te amo o
siempre pienso en ti, sus respuestas eran un
"aww, lindo, muack" y sería. Por WA, sus respuestas, eran peores, un par de emojis y listo, date por satisfecho.
7- Mi paciencia: demasiada paciencia ante conflictos, desacuerdos, aceptar culpas (con lo que creo que ella jugó demasiado), etc. Eso hacía que ella volviera, yo creo, que no era tanto amor, sino más bien: "él me aguanta". De hecho, si le preguntaba "qué le gustaba de mí" (siempre me ha gustado que me digan piropos, en serio que sí y ella era pésima en eso) siempre decía "no sé... me tienes paciencia, me aguantas...". Lo dejo para el análisis.
8- Mi carácter: yo tampoco soy el tipo más pasivo, si me buscas demasiado, me enojo y mucho y suelo ser hiriente sin quererlo. Eso quiero cambiarlo, no me gusta esa parte de mí, me duele ser así. Luego, al menos en esta ex relación lo comencé a guardar, a dormir y sé que resultó bien, pero quizás, mermó el resultado final, al menos yo siento que sí...
9- No fui claro: conectado con el punto 3, debí ser claro con ella, decirle mis sueños una y otra vez (aunque pensé los sabía bien), decirle que aunque todo estuviera o se viera mal ahora, sí quería estar con ella, formar una familia (siempre le dije que éramos familia, los dos, por la complicidad, por la unión...), que quería vivir con ella, pero... conflictos, términos, indecisiones, problemas personales serios, todo eso me tiró hacia atrás. Quizás, ella no era no más y mi alma me lo estaba advirtiendo, pero me arrepiento haber dejado que pasara el tiempo de esta manera sin darle nada concreto, de verdad, es lo que más siento. Aunque ella no lo pidiera, aunque a veces ella no supiera qué quería de la vida... yo debí ser quien se lo aclarara.
Lo siento, acá sí siento que fui muy mala pareja.
10- No me autoproyecté como individuo: conectado con el punto 1, no concreté al 100% mis sueños, aspiraciones, independencia real, etc. No fue porque ella no me dejara, en lo absoluto, todo lo contrario. Eso, es poco sexy por donde lo mires, y suena a comodidad, lo sé. Pero no fue eso, fueron problemas, tantos, de mi vida, de la suya, de nosotros... todo eso me detuvo. Terminé siendo un timorato.
En fin. Estos son los puntos que más me reprocho y que espero no volver a repetir, porque aprendí, porque quiero crecer y quiero avanzar, aunque me quede poco tiempo, quién sabe...