miércoles, 29 de septiembre de 2021

Una pequeña lista de defectos...


Después de una ruptura, es normal que se idealice a la otra persona, destacando siempre lo bueno que tiene, cuánto se le echará de menos, que era el amor de tu vida... bueno, es en parte lo que puedes leer aquí mismo, puesto que estoy sufriendo de aquello una vez más y otra vez sufro, añoro... y basta de eso por un momento.

Un consejo muy bueno que he leído por ahí, es enlistar las cosas que no te parecían bien de tu ex pareja, de tal forma que dejes de idealizarla y la visualices tal cual es: como un ser falible, y que a la larga, será bueno que se vaya de tu vida, sobretodo si lo ves y sientes como algo ya definitivo, como es en mi caso, al menos.

Entonces, dejaré por acá, algunas cosas que no me parecían bien, y que curiosamente son patrones que algunas de mis otras parejas tuvieron también (esto de caer en el mismo saco roto...):

1- La maldita ley del hielo, era insoportable, no era "dar un espacio", un par de días y listo, no. Si no se le buscaba, era el infierno, no había respuesta, nada. Creo, que de todas las veces que se dieron situaciones similares, en dos oportunidades ella reaccionó y me buscó, porque creyó estar equivocada, en el resto de ocasiones, siempre era yo (y evidentemente, no lo era siempre). Podría ser, mínimo, 5 días sin hablar nada aunque le dijeras "hola", hasta un mes y medio. Por otro lado, en el intertanto podrían haber bloqueos, borrar incluso saludos de cumple en el Facebook, sacar los "me gusta" de fotos como las de perfil que iba cambiando (en serio, se daba la paja de hacer eso). Por supuesto, no cuento esta vez que ya terminó todo, lógico, ya que por mi parte yo estoy aplicando contacto cero totalmente.

2- Al principio, pero luego fue mejorando esto menos mal, me trataba en menos: decía cosas como "no tengo que estar detrás de ti para que hagas las cosas", etc. La última vez que lo dijo, yo fui el que me aislé: fue para un viaje que teníamos que ir viendo pasajes y cosas así y yo no había podido ver un par de cosas por pega, pero entendió que era por indecisión o algo por el estilo, cosa que me gritó por teléfono que me comportara como un adulto e hiciera lo que tenía que hacer de una vez y yo le corté. Esa vez es una de las dos que digo que sí me buscó, porque se dio cuenta de su actitud; esto lo fue mejorando, pero de repente se le salía tratos así y yo ahí colapsaba: dos veces tuve ataques de pánico por este tipo de actitudes, así que las anuló. A veces, sentía que me trataba como un cabro chico.

3-  Hablaba mal de mi religión. Soy católico observante, que en resumen es que soy más creyente en fe que en la institución/doctrina, por lo que me gusta estudiar sobre la religión desde mi perspectiva y creencia, sin meterme con el resto, la verdad que hagan lo que quieran. Y ella, lo sabía, pero se reía igual, o festinaba de repente de ciertas cosas relacionadas con la religión que, aunque molestarme no me molestaban porque me da igual lo que piense el resto, ¡pero ella era mi pareja!, entonces, no respetaba eso, así de simple. Hasta que un día ocupé milagrosamente la comunicación asertiva, y le dejé claro cuánto me molestaba y que mejor esas bromas o comentarios se las reservara conmigo, que me respetara un poco, por favor. Esa vez se enojó y pensó que exageraba. De ahí en más, esto también tendió a regularlo un poco, aunque a veces se le salía.

4- Actitud desafiante ante ciertos temas. Habían un par de temas valóricos que ella no pensaba igual a mí, con el punto anterior te darás cuenta, pero igual no era algo sumamente terrible. Pero cuando planteaba temas así, siempre era con actitud de "a ver, qué me dices ante eso", que me apestaba. Yo nunca decía nada, al principio sí, pero pasados los años, me empezó a no interesar lo que dijera, pero sí el cómo: un tono que, quizás sin darse cuenta ella, era muy beligerante.

5- Conectado con el punto anterior, era peleadora. Hay que decirlo. No es que peleara por cualquier estupidez, pero a veces sentía como que lo buscara. Una vez, yo me lesioné bailando, y estaba con ella: fue una lesión tonta y evitable, bueno, como todos los accidentes: sin embargo, ella se enfureció, me retó, me trató uf, como si hubiera hecho algo malo un niño de 3 años... una amiga de ella, que estaba allí le tuvo que decir, mientras yo estaba muy adolorido y me iban a llevar en auto hacia otro lado: "oye, no lo trates así, si se accidentó no es culpa de él, para de gritarle...", y es literal, jamás se me va a olvidar sus palabras, ¡prometo que es cierta esa frase! Ni mi mamá me habría retado así (que por último, es tu mamá, te puede retar si quiere), se habría preocupado y cuidado, bueno, cualquier persona cercana habría reaccionado así, o sea, si a ella le hubiera pasado, yo parto con ella en brazos a un hospital sin pensarlo demasiado, pero ella no: me retó, me gritó, hasta que la amiga le dijo que se quedara callada y ahí, recién se calló.

Relacionado a ese punto, yo estuve un buen tiempo lastimado, lógico, pero igual salíamos. Un día, salimos a un bar para pasar el rato, yo no podía tomar por los remedios, porque tomaba calmantes (fue grave la cosa, si se me salió la rótula). La cosa, es que era cerca de mi cumpleaños, faltaba un par de semanas, pero la recuperación iba bien, así que de más estaría mejor para la fecha. Y ella había decidido viajar con unas amigas fuera del país justo para mi cumple... sí, justo. "Cuando lo planeamos, se me olvidó no más, no me fijé en eso", fue su respuesta. Entonces, aunque me hizo sentir mal, lo dejé pasar, pero ese día en particular, le dije, entre broma y en serio, "bueno, ya que te vas con tus amigas, traeme un regalo, que justo estoy de cumple" y oh, la III Guerra Mundial. Que estaba enojado porque salía con sus amigas, que desconfiaba (ni se me pasaba por la cabeza la verdad), que esto, que esto otro.

Me paré, con la muleta, y le dije, "mira como vengo para acá, vengo adolorido, con ganas de verte, no me importa lo del viaje y no quiero pelear, si quieres pelear hazlo sola, voy al baño y a la vuelta si tu actitud es la misma, pido la cuenta y me voy". Cambió su actitud, pero fue porque usé un recurso ultimátum, que no me gustó en lo absoluto, pero es que estaba chato, ya de por sí todo el mundo me decía: "oye pero ella justo se tenía que ir para tu cumple... ¿y si tú hubieras hecho lo mismo, qué habría hecho ella?"

Creo, estimado lector, que Ud., también tiene una respuesta a eso.

6- Tomaba decisiones radicales según quienes la rodeaban. Esto es complicado de explicar, pero en palabras simples, ella "mandaba a la mierda" sin miramiento, a cualquiera. No es algo criticable per se, no creas que lo juzgo, de hecho, c/u es libre de tomar esas decisiones, pero eran demasiado y tendencia: laboralmente, amistades e incluso, familia. ¿Cómo no iba a hacer lo mismo conmigo?, era súper lógico que iba a suceder, de hecho, bastante tiempo pasó para que finalmente pasara.

7- A veces sentía que minimizaba mis problemas o hacía un v/s con los suyos. Sí, puede ser algo subjetivo, si lo piensas bien, pero siempre era como "ya pasará, hay cosas peores, no queda otra, etc.". Y quizás, no necesitaba solamente que me escucharan y evaluaran si mis problemas eran muy fuertes o no. O si eran más graves que los que ella vivía... por eso recalco, que esta parte es subjetiva, tal vez esperaba algo que no necesariamente debería de esperar recibir y no fuera en estricto rigor algo malo.

8- WhatsApp era donde más nos comunicábamos, pero la peor herramienta al mismo tiempo. Este es un defecto mutuo, pero la mayor parte del tiempo, hablábamos por esta vía, y fue justamente por ahí donde se dieron las peores peleas, y bueno, por ahí me cortó, algo que a quienes se los comento, ciertamente me dejan claro varios puntos que pudieron darse para que tomara esa decisión. Una de ellas, de seguro, fue porque era el medio donde más interactuábamos cuando no estábamos juntos físicamente, y creo haber contribuido en ello, por supuesto: pero tampoco me culpo en su totalidad (no sirve eso), pero no por eso esquivo el bulto. Creo que fue una actitud dolorosa que no sé si algún día se podrá solucionar (juntarnos y hablar en persona, por ejemplo), pero no es algo que quisiera volver a vivir.

Por ahora, son todos los puntos que siento son relevantes. Yo también tengo, sí, de más que los haré pronto, descuida: aún hay tela que cortar.

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