miércoles, 2 de febrero de 2022

A veces, se asoma

Estaba el hombre pensando en cómo subir al cielo, recostado en el pasto: "algún día, subiré, pero las nubes se ven blandas", se dijo. Luego se dio la vuelta y miró hacia el lado, niños corriendo, gritando, felices: "algún día tendré hijos, aunque nadie más quiera tenerlos".

Después, se sentó, mirando hacia el fondo a algunas parejas paseando: "algún día estaré así, o más bien, estuve así..."; de esa forma, se asomó un recuerdo que no quería volver a rescatar, pero la mente es engañadora cuando quiere. "Ella me amó, estoy seguro que me amó", se dijo el hombre apretando sus manos en forma de puño, "ella ahora me detesta, me aborrece, solamente por no llenar sus expectativas y ¡vaya que está en su derecho de hacerlo si cree que no soy lo que ella quiere!, pero odiarme como lo hace, es ilógico, ella podría estar ahora hablando de nubes y niños gritando conmigo, pero decidió no estar, solamente está para asomarse, para decirme que tan reemplazable soy, que tan poca cosa fui y seré, para decirme que..."

"Para decirme nada", se dijo el hombre, parándose y caminando hacia la orilla del parque. Ella no dijo nada al irse, no dice nada ahora y no dirá nada después.

A veces, el recuerdo se asoma, pero no dice nada.

"Algún día, dejaré de pensar en ella como ella dejó de pensar en mí", se dijo. Sonrió, con una lágrima rodando por su mejilla y se fue.

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