sábado, 4 de septiembre de 2021

Otro adiós doloroso


 Si decirte adiós es tan difícil, será que todo lo vivido a tu lado ha valido la pena.

Me dijiste adiós. Y no tengo una forma de decirte mis sentimientos respecto a eso, porque no quisiste: "no ahora", me dijiste; quizás, como una frase de autoconsuelo que tú misma encontraste correcta para decir y que no hiciera "todo más difícil". Sé que debiste haber pensado mucho la decisión, pero darle vueltas a ello, no me hace bien.

Ahora, estoy solo.

Quisiera haberme despedido mejor de ti, sobretodo por lo importante que siento que fue todo esto, pero no se dio y tampoco creo que se pueda dar, así que no me queda más opción que dejar una carta que jamás nadie podrá leer (menos tú), porque se me da más fácil escribir, ya sabes, hablar en vivo sólo me haría llorar sin parar.

Me gustó conocerte. Me gustó cómo llegaste a mi vida, fue pura casualidad, de esas cosas que no se planean, y que no se pueden repetir, aunque quisiera. Nos convertimos, además, en amigos, y eso fue lo que hizo que estuviéramos tanto tiempo juntos, además de ser partners: viajamos, nos reímos, compartíamos penas y alegrías, lo típico podrás pensar, pero no a ese nivel, o por lo menos así lo veía yo. Pero, como todo en la vida, se empezó a desgastar...

Porque el tiempo lo destruye todo.

Fueron varios factores, además del tiempo, pero el amor siempre estaba o al menos me aferré a eso; sí, sé que no es suficiente, o sea, no fue suficiente y todo nos llevó a la extinción: podría decirse, literalmente, que eso fue: se extinguió.

Yo aún estoy viviendo el duelo, sabes. Sé que eres fuerte y luego saldrás, tomaste la decisión, así que es diferente (supongo) cómo lo vives... pero sé que debió ser doloroso y por lo mismo, elegiste la forma menos fuerte de hacerlo.

Yo estoy destruido.

Dicen, por ahí, que los hombres olvidamos más fácil, y luego nos damos cuenta de la perdida. Yo no. No soy igual a un promedio, eso lo tengo claro (tanto para bien como para mal), sentí el golpe de inmediato y mientras escribo estas líneas, las lágrimas brotan sin querer... me duele haberte perdido así, pero en el fondo, uno sabe que puede perder a alguien, lo huele, lo intuye... y poco y nada se puede hacer, porque nunca te obligaría a quererme: sé que lo hiciste, y mucho, sentir esa reciprocidad fue espectacular, fue tan bonito, en todo sentido fue lindo... pero fue. Y parte de ese "fue" es mi culpa.

Pero las cosas son de dos.

Claramente, por mi parte, también hubo dudas, y en cierto sentido, me alejé poco a poco (sutilmente, con situaciones específicas) porque sentí ese desapego que se va dando cuando las cosas no van hacia la misma dirección. En parte, fue una falta de comunicación asertiva de ambas partes: pasaban cosas, no las conversábamos; avanzábamos, pero a la vez, no lo hacíamos. Debí ser siempre claro y firme si algo me molestaba, pero lo fui acumulando y eso hizo, que poco a poco, quizás y sin querer me distanciara de ti.

Y lo notaste de la peor forma.

Luego, comencé a cuestionarme la vida misma, lo que hago, lo que quiero y lo que debo hacer y ese quiebre fue el punto final. Tengo culpa, sí; pero fue mutuo ese silencio de pequeñas cosas que molestaban, pero ninguno se atrevía a expresar. Eso no fue sano, no fue bueno. Me duele el corazón escribirlo, pero es la forma de decirlo: debimos hablar sinceramente, aunque fuera la última vez.

No lo quisiste así.

Estábamos, estamos, estaremos juntos. A pedazos, a ratos, a párpados a sueños.

Mario Benedetti 
 
También pasan por mi mente pensamientos más cercanos al miedo de perderte para siempre. Es lógico, porque es algo reciente, por lo que pensar que ahora podrás conocer a alguien más y... bueno, es la ley de la vida; además, tú misma me dijiste en ese mensaje "ser libres en acto y pensamiento", lo que me quedó dando tantas vueltas, me hizo sentir miserable, descartable, usable... pero fue tú decisión, esas palabras las seleccionaste especialmente, estoy muy seguro, o al menos creo estarlo.

Las noches son lentas ahora.

Las noches ciertamente son lentas, ya no estás ahí (aún cuando hablábamos un poco saltado, por tu personalidad), pero ya no tengo a quién contarle cómo estuvo mi día o putear momentos que quisiera expresar. Todo se está guardando, nada está quedando y, aunque yo sí extrañe eso de ti, me pregunto vacilante, ¿tú extrañas eso de mí?, ¿me echas de menos, además, como amigos?

Ciertamente pienso que sufres diferente esta "pérdida" para ti, ya que la pensaste, la reflexionaste, le diste mil vueltas antes de decirme adiós definitivamente; viste los pro y contra, todo... estoy seguro que lo pensaste muy bien, que no fue un impulso y eso lo deduzco de tu gran escrito por WhatsApp... sí, decidiste hacerlo por esa vía.

Pero, ¿por qué?

Dicen que es pésimo hacerse ese tipo de preguntas en contextos así, que jamás y de verdad, nunca encontrarás respuestas a eso, pero si te botan por WhatsApp o cualquier tipo de mensajería a distancia, es porque se les hace más cómodo, no porque no quieran verte a la cara y les dé pena, no es eso, es comodidad, así no tienen que lidiar con tu pena, con tu rabia, con tu desilusión y solamente cargan con los resultados de su decisión a través de una pantalla.

Porque es más cómodo en estos tiempos tan impersonales, ser impersonal. Tiene un dejo de cobardía, tal vez, sí, totalmente, pero los humanos son así, cobardes, temerosos, y quizás el tiempo de duración de la relación no es lo relevante, lo importante es otra cosa: ¿qué nos queda ahora?

El dejado sufre porque no se lo espera, aunque en mi caso, sí sentía que todo se estaba extinguiendo, y no podía hacer mucho al respecto. Tus pensamientos ambivalentes (sí, hubo, lo sabes bien...), tus pequeñas indecisiones, algunas frases... me desenchufaron, y me fueron alejando de a poco; si lo veo en perspectiva, era algo que esperaba que pasara y me volví un simple espectador, hasta que al final dije: yo la quiero, la quiero tanto, que todo el resto de las cosas no importan, las paso, las tolero, y ahora que estoy mal yo, ella sabrá entender y estará a mi lado, me acompañarás sin pedir nada a cambio.
 


Que torpe de mi parte, y que indeciso ahora que lo escribo.

Indeciso porque cuando estaba a tu lado, pensaba en lo que podía ser... pero cuando lo planteaba o quería plantearlo (o sea, proyectarnos) decías algo que era totalmente contrario a lo que me comentabas hace unos meses atrás o días y yo no sentía ¡que no entendía nada!, lo que me llevó a decir lo que sentía cuando ya era demasiado tarde.

Es que me cuesta decir lo que siento, y sé que tú también, sólo que ambos reaccionamos diferente ante este aislamiento: yo, me guardo, me quedo hacia dentro, tú mandas todo al carajo, que nadie te diga nada y salen perdiendo, generalmente, quienes más cerca están de ti. En este caso, creo que me tocó.

Pero no es sólo por eso.

Es también porque, al irme desenchufando, me fui alejando. "Algunas cosas las dejé pasar, pero ahora creo que eran importantes y me siento sola". Esa fue tu última frase, la última que leí. Y eso, sin querer, me lleva a pensar...
 
Tus dudas son válidas, pero ¿por qué ahora?, ¿por qué así?, ¿por qué piensas que ahora sí son relevantes y antes no, qué te hizo pensar que no podríamos manejarlo juntos? Tantas preguntas, y lo único importante es lo siguiente: no tengo idea si me quieres, me quisiste sí, me querrás, no. Tú ya no quieres estar y eso solamente significa que por lo mismo, cualquier cosa que se pudiera haber solucionado, que hubiera estado de nuestra (y recalco, nuestra) parte para superarlo no te importaba salvarlo.
 
No te importó, y quizás, por ti está bien.
 
Pero y la otra persona, esa que estaba incondicional a ti!!!; no, no debo caer en recriminaciones, eso sería imbécil de mi parte, injusto, porque fueron mis decisiones estar siempre, pasara lo que pasara porque pensé que de eso se trataba el amor, pero para ti, eso no fue así: se trataba de ignorar lo que siente el resto, solamente tu rabia, tus decisiones actuales son las únicas que valen, las únicas que siempre importan, pero cómo se pueda sentir el otro, no te interesa, nunca te interesó ni te interesará: sólo estás tú y quienes sientes que estarán siempre.

Yo ya no soy uno de esos.

Me sacaste de tu vida, como si fuera algo que debía suceder en un determinado momento, pero nada más ni nada menos que eso. Yo, sigo reflexionando. Pensando, que quizás también te quiero fuera de mi vida, que no necesito esperar que me digas un "te quiero" que era lo máximo que podía escuchar de ti, porque el "te amo", uno que sería normal para cualquier pareja que lleva años de una relación estable no estaba: "es que no estoy acostumbrada, entiéndeme"... y así, yo tampoco me permitía decirlo, en una especie de juego del empate, en donde si no me das, no tengo porqué tampoco hacerlo.

Pero eso era solamente desde las palabras, porque desde los actos, siempre te amé. Estuve, estaba y estaría, mas no deseas que sea así, y es para siempre. Aunque muchos me dicen, "bueno, cómo sabes, en una de esas...", no, no hay posibilidad alguna, porque si no te busco, cosa que siempre hice cada vez que había una pelea o distanciamiento, tú tampoco lo hacías, jamás... ah, bueno, sí. Dos veces. Dos veces me buscaste tú, en 7 años.

Dos veces, tal vez, pensaste que necesitabas buscarme.

¿Porqué sería diferente ahora?, ¿qué suceso te haría buscarme? Incluso, has caído en el fenómeno del orbiting, mirando mis historias, viendo qué hago tal vez por rutina o por mera curiosidad, pero que no vale nada, lo que a estas alturas, no significa nada. Absolutamente nada. O tal vez podrías estar sufriendo de FOMO, (fear of missing out) el temor de estar perdiéndose de algo interesante que esté pasando en mi vida porque como no estamos juntos, sólo quieres saber "ah, está vivo o ah, está sufriendo... que le cunda".

Puedes creer, estimado lector, que debería borrarla y bloquearla de todo, si es este el caso. Como dije más arriba, el corazón no me da. Si ella así lo desea, adelante... lo voy a sufrir, porque se perderán años de conexión, pero eso ya se perdió hace tiempo, ¿qué más da?, igual me dolerá. Lo sé. Así que, mejor que siga mirando, que desde lejos, el pasto del vecino es más verde, dicen. ¿Yo?, la dejé de seguir, es más fácil así. Mientras, ella ya borró las últimas fotos en que aparecíamos (lo noté por mi perfil), aunque no es nada nuevo. Cada paréntesis que ha habido (unos 2 más o menos antes de este), han sido así sus reacciones: saca los "me gusta" de las cosas antiguas que he subido, ha borrado saludos de cumpleaños recientes, ha sacado todas las fotos de un viaje X... no es nada nuevo, pero lo que hasta el momento no ha pasado (y digo, hasta el momento de escribir este párrafo), es borrarme.

Pero esta vez, es definitivo, no es un paréntesis, eso lo tengo sumamente claro: no creo que haya vuelta atrás, no habrá regreso, no habrá retorno, porque ella ya pasó por todo esto antes de decirme adiós: el que deja pasa el duelo antes, no en el momento, no después, todo le es más fácil (no menos doloroso, tal vez, eso dependerá de la persona), pero sí más llevadero.

Yo quisiera un adiós en persona, pero sé que eso es complicado. Como dije antes, quiero sanar un poco más, no pensar mucho en ella, no recordarla, pero ha sido complicado. En mi PC, he trasladado todas sus fotos, de viajes, paseos, momentos a una carpeta aparte, intrincada y que no me tiente revisar, si quiero recordar un poco... sólo salgo yo, un montón de selfies o fotos sacadas por alguien buena onda, no ella... no ella. Fue mi partner, mi compañera tanto tiempo, pero ya no quiere estar más, y eso es insoslayable. 

Es más bien, insoportable. Es otro adiós doloroso.