miércoles, 22 de diciembre de 2021

La Princesa busca marido (de Jorge Bucay)

El siguiente relato, lo escuché en YouTube, al principio de una charla que me disponía a ver. Me hizo tanto sentido que compartirlo es lo mínimo que puedo hacer... porque siento que la reflexión final es de lo más acertada y si, estás en la disyuntiva aún de que si ese amor te hace/hizo/hará bien, pues, lee esto y tal vez lo entenderás un poco mejor... tal como yo lo hice.

Había una vez una princesa, que quería encontrar un esposo digno de ella, que la amase verdaderamente. Para lo cual puso una condición: elegiría marido entre todos los que fueran capaces de estar 365 días al lado del muro del palacio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día. Se presentaron centenares, miles de pretendientes a la corona real. Pero claro, al primer frío la mitad se fue, cuando empezaron los calores se fue la mitad de la otra mitad, cuando empezaron a gastarse los cojines y se terminó la comida, la mitad de la mitad de la mitad, también se fue.

Habían empezado el primero de enero, cuando entró diciembre, empezaron de nuevo los fríos, y solamente quedó un joven. Todos los demás se habían ido, cansados, aburridos, pensando que ningún amor valía la pena. Solamente éste joven, que había adorado a la princesa desde siempre, estaba allí, anclado en esa pared y ese muro, esperando pacientemente que pasaran los 365 días.

La princesa que había despreciado a todos, cuando vio que este muchacho se quedaba empezó a mirarlo, pensando, que quizás ese hombre la quisiera de verdad. Lo había espiado en Octubre, había pasado frente a él en Noviembre, y en Diciembre, disfrazada de campesina le había dejado un poco de agua y un poco de comida, le había visto los ojos y se había dado cuenta de su mirada sincera. Entonces le había dicho al rey:

lunes, 20 de diciembre de 2021

Mis primeras películas AKA Gracias, Bro.

 

La primera película que fui a ver al cine, fue "La Máscara", era chico, y fui con mi hermano. La 2da, fue "Casper" y también fui con él. Él me llevó porque le encantaban la Cameron Díaz y la Christina Ricci, así al menos me confesó. Siempre me mostraba películas, algunas súper raras, otras muy extrañas y otras definitivamente inentendibles: pero todas entretenidas. Finalmente, lo hacía para compartir algo que para él era muy importante.

Digo era, porque se fue. Ya no está mi hermano que además era mi amigo, hablábamos, me aconsejaba, yo trataba de hacer lo mismo... a la primera persona que le conté logros o cosas así, además de mi mamá, era a él. No importa si en las navidades no llegara con regalos, su presencia, abrazos y chistes eran suficientes.

También hubo malos momentos, pero éramos hermanos, y finalmente se superaban. La última vez que lo vi, me dio un consejo sentimental, que debí seguir mejor y que ahora mantendré. No quiero extenderme mucho sobre perder a un familiar, porque es un dolor que se lleva más por dentro, pero sí de una cosa: él vive en mi corazón, sé que me acompaña, que me ve y no quiere que sufra, que cuando le conté que me dejaron, me dijo "cómo no poder abrazarte"... en fin.

Fue una persona solitaria, pero sé que esté donde esté, me acompaña cuando estoy solo, cuando tenga pena, alegrías, logros... sé que estás porque cuando "te despediste", me dijiste "te quiero, Bro".

Yo también Bro, abrazo de gol y gracias.

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Una pequeña lista de defectos... (Parte 2)

 

La última vez, hice una lista de defectos, pero de parte de ella. Ojo, que lo hice pensando de la manera lo más objetiva posible, y en los últimos días, me he puesto a leerlas una y otra vez, para poder convencerme bien de que debo seguir alejado en contacto cero, alejamiento facilitado completamente por su eliminación virtual. Ahora, me toca a mí hacerme una lista de las cosas que hice mal en esta última relación, de tal forma de no repetirlas. A ver...

1- Cedí mucho en uno de mis sueños: siempre he querido formar familia, tener hijos, etc. No es que sea un ideal que he perseguido sin fin, pero sé que si sientes que encontraste a la indicada, pues ahí es. Ella siempre estuvo dubitativa, al principio lo comprendí y acepté, sin ningún problema, pero luego de ir avanzando el tiempo esta duda se volvió aún más enredada, sin embargo, cedí... demasiado, asimilando finalmente su "proyecto de vida", si es que había, y dejando de lado lo que siempre quise, incluso, dudándolo.
 
2-  Me enamoré del proyecto: conectado con el punto anterior, me adapté a ella. Esto, de primera, no está mal, es parte de ser pareja: adaptarse, sin embargo, cuando esta adaptación pasa por dejar debajo de la alfombra las cosas que realmente quieres o sientes que quieres, está mal y terminas sacándote de ti mismo.

3- Perdí la capacidad de comunicarme asertivamente: al principio, la aplicaba como debía ser, y de hecho, ella se daba cuenta de algunos errores. Pero, con el tiempo, sus actitudes y reacciones, sobretodo en las relacionadas con las peleas y conflictos eran tan extremas (ley del hielo muy amplia, bloqueo de WA, borrar de RR.SS., recriminaciones, juicios, etc.), que empecé a temer perderla (sí, así de tonto suena si lo lees bien) y comencé a aceptar todos los cargos que se me imputaban, con tal de no hacer crecer el problema, así que a sus ojos, siempre fui el culpable, de lo que fuera. Eso último no quiere decir que cuando realmente me equivoqué, las asumí como debía ser y todo bien. El resto, "bueno, sí, fui esto, fui esto otro, no peleemos más...", etc.

Esto propició lo del último y final término, de hecho, ya que fue un tema que siempre, pero siempre tuvo y tendrá en su mente: así seguramente se referirá con el "nuevo": "fue un pendejo, perdí el tiempo", qué sé yo. Si alguna vez supiera que ella ya no me daba seguridad (sí, los hombres también necesitamos sentirnos seguros).

4- Acepté que nunca quisiera decirme "te amo": no es que haya sido nunca tampoco, incluso fue la primera en decírmelo, y luego, pues que no lo dijo más. Siempre era: Que le costaba, que no estaba acostumbrada, que el "te quiero" era su "te amo", que no la presionara, que si no me bastaba con sus acciones, que si tenía que estarlo diciendo todo el tiempo para que le creyera, bueno, la excusa que quieras. Y yo, el bolas tristes, aceptaba, porque la entendía...

A toda persona que se lo cuento, me dice: "entonces, no te amaba, ya está". Y bueno, parece que tenían razón. Pero no dudo que me quería muchísimo, era preocupada cuando correspondía, aunque no en demasía, recordemos su lista de defectos.

5- Crisis de pánico sucedidas por conflictos: sí, suena un poco fuerte, pero así fue. La primera, por un viaje, en donde tenía que hacer unas reservas y por pega, no había podido verlas: la 1era vez que me dijo pendejo, que era una mierda... ¡me cortó!, yo ahí, me sentí a morir, luego caché lo que realmente me pasó: falta de aire, dolor en el pecho, etc... ¡debí haberme alejado! Gilazo. Igual, fue de las pocas veces que ella se dio cuenta de su error, el día siguiente me habló, en la noche, pidiéndome perdón. Día siguiente, en la noche.

Otra vez, fue una pelea por WA, yo estaba en el trabajo y ni siquiera recuerdo qué fue (nada sin mucha importancia) y me dio fuerte. Ahí ella se dio cuenta, de hecho, me fue a buscar, pero no lo asumió como algo suyo, sino a mi estrés. Me fue a dejar a la casa y me iba retando en el camino: cuento corto, le dije "pero déjame de retar, que esto en parte fue porque peleamos" (sé que debí ser más cauto y todo, pero no estaba bien) y ella me miró con cara de querer tirarme a la calle, y le dije: "no más, por favor o mejor me voy solo", punto.

Y recuerdo otra vez que... bueno, en fin, da como para una entrada a parte, ¿no crees?

6- Fui meloso y esperé lo mismo a cambio: sí, a veces era meloso y esperaba a cambio algo parecido. Desde el 1er 14 de febrero (uy, se viene el primero soltero en muchos años, espero no estar para ese entonces...) que no quiso celebrar porque lo encontraba ridículo, luego me fui resignando a que si le decía te amo o siempre pienso en ti, sus respuestas eran un "aww, lindo, muack" y sería. Por WA, sus respuestas, eran peores, un par de emojis y listo, date por satisfecho.

Luego, diría que yo no era detallista y de hecho, me dejaría por eso. Ok.

7- Mi paciencia: demasiada paciencia ante conflictos, desacuerdos, aceptar culpas (con lo que creo que ella jugó demasiado), etc. Eso hacía que ella volviera, yo creo, que no era tanto amor, sino más bien: "él me aguanta". De hecho, si le preguntaba "qué le gustaba de mí" (siempre me ha gustado que me digan piropos, en serio que sí y ella era pésima en eso) siempre decía "no sé... me tienes paciencia, me aguantas...". Lo dejo para el análisis.

8- Mi carácter: yo tampoco soy el tipo más pasivo, si me buscas demasiado, me enojo y mucho y suelo ser hiriente sin quererlo. Eso quiero cambiarlo, no me gusta esa parte de mí, me duele ser así. Luego, al menos en esta ex relación lo comencé a guardar, a dormir y sé que resultó bien, pero quizás, mermó el resultado final, al menos yo siento que sí...

9- No fui claro: conectado con el punto 3, debí ser claro con ella, decirle mis sueños una y otra vez (aunque pensé los sabía bien), decirle que aunque todo estuviera o se viera mal ahora, sí quería estar con ella, formar una familia (siempre le dije que éramos familia, los dos, por la complicidad, por la unión...), que quería vivir con ella, pero... conflictos, términos, indecisiones, problemas personales serios, todo eso me tiró hacia atrás. Quizás, ella no era no más y mi alma me lo estaba advirtiendo, pero me arrepiento haber dejado que pasara el tiempo de esta manera sin darle nada concreto, de verdad, es lo que más siento. Aunque ella no lo pidiera, aunque a veces ella no supiera qué quería de la vida... yo debí ser quien se lo aclarara.

Lo siento, acá sí siento que fui muy mala pareja.
 
10- No me autoproyecté como individuo: conectado con el punto 1, no concreté al 100% mis sueños, aspiraciones, independencia real, etc. No fue porque ella no me dejara, en lo absoluto, todo lo contrario. Eso, es poco sexy por donde lo mires, y suena a comodidad, lo sé. Pero no fue eso, fueron problemas, tantos, de mi vida, de la suya, de nosotros... todo eso me detuvo. Terminé siendo un timorato.

En fin. Estos son los puntos que más me reprocho y que espero no volver a repetir, porque aprendí, porque quiero crecer y quiero avanzar, aunque me quede poco tiempo, quién sabe...

lunes, 13 de diciembre de 2021

"Aunque te quiero, te dejo ir"

 

El otro día, leía un artículo en La Tercera, el cual hablaba sobre las relaciones, y que profundizaba acerca de "dejarla ir". Me llamó la atención, dado que ella fue la que terminó, y que el luto es súper fuerte, dado los años y que los recuerdos buenos ganan sobre los malos (que hubo), pero me ha costado mucho darme cuenta de qué me hace mal y qué me hace bien. 

A veces, me dan ganas de mandarle una carta (error al 10000%) diciéndole qué siento, porque sé que ella ya me olvidó y nunca más me volverá a hablar. Pero, al leer el artículo que comento... me quedo con el siguiente párrafo que me encantaría decirle:

“Te tengo que dejar ir y llevo un rato lidiando con eso. Porque no quiero hacerlo, porque te quiero conmigo y porque me gustaría encontrar la manera de quedarme. Pero no puedo hacerlo sin comprometer mi bienestar y eso ya no es negociable. Te quiero y me quiero, por eso te dejo ir; no desde el enojo o el resentimiento, sino desde el cuidado y la ternura. Porque ambos merecemos lugares que nos ayuden a crecer y en este momento no podemos ser eso el uno para el otro. Y no me cierro a conectar contigo en otro momento, cuando estemos en un lugar y con herramientas distintas, porque por ahora la mejor forma de cuidarnos, es la distancia. Así que gracias, te quiero y hasta pronto”.

jueves, 9 de diciembre de 2021

Demasiado Iluso

 

Apago el celular los fines de semana para no torturarme acerca de que ya nunca más me volverá a hablar, pero a la vez, al día siguiente que lo prendo, no hay ningún mensaje de ella y me pongo triste al saberlo (o comprobar, más bien, la situación). Iluso. Me borró, digo, y no cambió la configuración y aún se ven sus fotos y estado de WA, pero ella te borró, me repito una vez más; y aunque no lo haya hecho, nunca te hablará, pasaste a ser como el compañero de pega más X que tiene registrada en sus contactos, así que, para qué torturarse. Ella:

No te buscará en Navidad.

No te buscará en Año Nuevo.

No te buscará en tu Cumpleaños.

No te buscará nunca más.


Asúmelo. Olvídala. Avanza... ella ya lo hizo. Allá afuera, hay alguien especial que sí quiere estar, atraela hacia a ti, cambia tu actitud, deja de ser tan iluso, definitivamente ella no volverá NUNCA MÁS porque tú la atraías siempre, entonces, si ahora estás decidido a no hacerlo, no vale la pena desvelarse (como hoy), llorar (como ayer), tener ataques de pánico (como hace dos días), y sentirte triste todos los días porque perdiste sus conversaciones, su risa, su compañía, sus salidas... pero ¿acaso no habrá otra persona que desee darte eso y mucho más?

En eso deberían estar tus ilusiones. En el futuro, no en ella: el pasado.

lunes, 6 de diciembre de 2021

No siempre se trata de estar mal

No todo puede ser solamente soledad y pena. Hay momentos en que tienes que pensar si realmente vale la pena tener que sufrir tanto por una persona que ni siquiera te quiere, que te borró, que te eliminó literalmente de tu vida. Alguien que quizás está bastante mejor que tú, que está tranquila con sus actitudes y no se arrepiente de haberte hecho sufrir de alguna forma; seguramente, esas dudas ni siquiera las tiene.

Aunque eso nunca lo sabrás, no estás en su cabeza.

Eso es lo que te limita a avanzar, a salir de ese hoyo mental que tú te creaste sólo por el hecho de que ella se fue sin decir "agua va". Por eso no siempre se trata de estar mal, sino que más bien de reflexionar, de ver cómo puedes salir de esa pena, de esos cuestionamientos que te haces porque no quieren que estés bien, si así fuera, las cosas serían mejor pensadas.

domingo, 5 de diciembre de 2021

Un paso hacia adelante, dos hacia atrás.

Me borró de su vida. De las redes, del teléfono, de todos lados. Ya no está: se fue para siempre. La amé mucho, por eso quizás insistía, la buscaba, la necesitaba. Pero te dejo ir, porque me dejaste ir, ya no hay nada más que hacer. Estoy destrozado otra vez, porque era algo que esperaba, pero no quería que pasara.

Quiero que ella sea feliz, sé que lo será. ¿Yo?, olvidalo, yo debo salir de esta crisis, porque si no lo logro, entonces ya no estaré... y no quiero que eso pase.

No la olvidaré, era buena persona, y la recordaré bien hasta mi último momento en este mundo. Qué diferente a la entrada anterior, ¿cierto? Por eso mismo, un paso hacia adelante, dos hacia atrás.

viernes, 3 de diciembre de 2021

Un buen día a la vez

Tuve un buen día. Sí, dentro de esta vorágine que ha significado la mierda que estoy metido, decidí reconciliarme conmigo mismo y hacer cosas que me gustaban... solo. Sin duda, le tengo un poco de temor a la soledad, es lógico, siento que estoy en un momento de mi vida que debería tener todo mucho más controlado, menos dudoso, más seguro... pero no ha podido ser, y ese es el mayor temor: no es que tema estar solo y cualquier compañía me sirva, es que siento que me hace falta esa compañía incondicional, esa que te quiere y no cuestiona.

Pero ahí me estoy desviando un poco.

Decidí salir, aprovechando una tarde libre. Fui a un lugar que solamente voy cuando estoy triste o melancólico, es una parte que está alejada de todo y de todos, y casi siempre he ido solo (hubo solo una vez... pero nada relevante si lo miro en perspectiva). Fui, descansé, hablé a distancia con un buen amigo que me ha dado buenos consejos y luego, al cine. Sí, te dará risa lo simple que es eso, pero es algo que me gustaba, pero que había dejado de lado... y bueno, aprovechando que están reabriéndose, pues fui. La pasé muy bien, no es primera vez que voy solo al cine, la verdad que no es algo que me complique... al final, es como todo: cuando chico, me daba pena ver gente almorzar sola, yo lo he tenido que hacer siempre, que iban al cine solos y ya es como 6ta vez que lo hago... la verdad que uno nace solo y se va solo...