Lasciate ogni speranza, voi ch'entrate ("Abandonar toda esperanza, quienes aquí entráis")
Esa es la frase, que según la Divina Comedia, rezan las puertas del infierno. En esa época, ese tipo de frases causaba una gran conmoción, y de ahí viene decir que la esperanza es "lo último que se pierde".
Sí, eso ya no lo tengo. Perdí la esperanza de querer, de ser querido, de ser amando tal cual soy, de existir, de querer seguir luchando: de hecho mi duda es... ¿seguir o no seguir?
El año se está acabando. Uno de los años más de mierda que he tenido, donde estoy pagando cosas malas (quizás, tal vez) que hice, que estoy haciendo (no sé) y que haré (un adelanto, quién sabe), porque no veo luz al final de este túnel.
Dicen que la mejor forma de dejar de sentirse así, es tener una especie de red de apoyo, pero yo, aunque muy en el fondo, quiero refugiarme en ellos... también hay una parte de mí, muy fuerte, que no quiere molestar a nadie más, y esa me silencia, me aleja, me entumece para tomar decisiones reales...
Dicen también que lo que menos debo hacer, es tomar decisiones importantes en momentos así. ¿Sabes qué quisiera hacer?, irme de mi país, irme lejos, empezar de cero, olvidarme que alguna vez he sufrido de esta forma y hacer tabula rasa de todo. Pero no puedo...