La primera, por un viaje, en donde tenía que hacer unas reservas y por temas de tiempo y del trabajo, no había podido verlas bien: entonces, mi ex me llamó ofuscada, que cómo era posible que no me hiciera responsable, que era un pendejo, que tenían que decirme las cosas como un niño y... ¡me cortó!, yo ahí, me sentí a morir, sumamente culpable, así que llamé a un par de amigos, me dieron ánimos, me dijeron que la dejara (lo mismo que me comentaron años más tarde, en todo caso), que me calmara y que nadie me podía hacer eso, menos si el viaje ¡era parte de una reconciliación!; pasado el mal rato, me di cuenta lo que realmente me pasó: falta de aire, dolor en el pecho, etc... Al día siguiente me habló, en la noche, pidiéndome perdón por su actitud.
lunes, 27 de diciembre de 2021
Pánico
viernes, 24 de diciembre de 2021
Navidad Amarga
Dicen que es fundamental atraer "buenas vibras" y cosas así, para que de esa manera tú puedas sentirte mejor, pero siempre va a depender de tu estado de ánimo general, y si no quieres, no te puedes obligar a estar bien, no lo estás y punto: lo importante es no "pegarse" en ese tipo de actitud, avanzar, etc.
Pero esta navidad, no me pidas eso.
No quiero celebrarla, no quiero hacer nada, quiero que sea un día como cualquier otro. Perdí tanto este año y saber que seguiré sintiéndome perdido las semanas que queden del mismo, es el peor castigo que estoy viviendo; aunque no sepa bien de qué estoy pagando... Ella, no me saludará ni hoy ni en año nuevo ni nunca más, y seguramente no se acuerda de mí, ¿y yo?, hoy, yo no puedo ser feliz, no solamente por su ausencia que, a final de cuentas, es y será siempre porque ella así lo quiso, sino por mi hermano... tantos golpes sólo hacen que en este momento, a esta hora, este día, en que espero (aunque sea un 0,1% de mí) un mensaje que JAMÁS llegará de alguien que en este momento está mil veces mejor que yo... ¿es acaso justo?
No, no lo es. Pero tampoco es justo hacer pasar por ese mismo dolor o desilusión a quienes me rodean; haré lo posible por acompañar a mi familia, y nada más, ellos comprenden cómo estoy, así que no hay presiones, pero sí quisiera que no se sintieran mal con mi bajo ánimo, nula capacidad de hablar y desgano que me han caracterizado estos últimos días.
Pero, el año se acaba y debo enfocarme en mí y en que, si así el destino lo espera, las cosas llegarán por sí solas: sí, es una navidad amarga, pero es una entre 35 que he tenido y muchas también han sido igual de tristes.
Avanza, suelta, deja ir...
miércoles, 22 de diciembre de 2021
La Princesa busca marido (de Jorge Bucay)
El siguiente relato, lo escuché en YouTube, al principio de una charla que me disponía a ver. Me hizo tanto sentido que compartirlo es lo mínimo que puedo hacer... porque siento que la reflexión final es de lo más acertada y si, estás en la disyuntiva aún de que si ese amor te hace/hizo/hará bien, pues, lee esto y tal vez lo entenderás un poco mejor... tal como yo lo hice.
Había una vez una princesa, que quería encontrar un esposo digno de ella, que la amase verdaderamente. Para lo cual puso una condición: elegiría marido entre todos los que fueran capaces de estar 365 días al lado del muro del palacio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día. Se presentaron centenares, miles de pretendientes a la corona real. Pero claro, al primer frío la mitad se fue, cuando empezaron los calores se fue la mitad de la otra mitad, cuando empezaron a gastarse los cojines y se terminó la comida, la mitad de la mitad de la mitad, también se fue.
Habían empezado el primero de enero, cuando entró diciembre, empezaron de nuevo los fríos, y solamente quedó un joven. Todos los demás se habían ido, cansados, aburridos, pensando que ningún amor valía la pena. Solamente éste joven, que había adorado a la princesa desde siempre, estaba allí, anclado en esa pared y ese muro, esperando pacientemente que pasaran los 365 días.
La princesa que había despreciado a todos, cuando vio que este muchacho se quedaba empezó a mirarlo, pensando, que quizás ese hombre la quisiera de verdad. Lo había espiado en Octubre, había pasado frente a él en Noviembre, y en Diciembre, disfrazada de campesina le había dejado un poco de agua y un poco de comida, le había visto los ojos y se había dado cuenta de su mirada sincera. Entonces le había dicho al rey:
lunes, 20 de diciembre de 2021
Mis primeras películas AKA Gracias, Bro.
La primera película que fui a ver al cine, fue "La Máscara", era chico, y fui con mi hermano. La 2da, fue "Casper" y también fui con él. Él me llevó porque le encantaban la Cameron Díaz y la Christina Ricci, así al menos me confesó. Siempre me mostraba películas, algunas súper raras, otras muy extrañas y otras definitivamente inentendibles: pero todas entretenidas. Finalmente, lo hacía para compartir algo que para él era muy importante.
Digo era, porque se fue. Ya no está mi hermano que además era mi amigo, hablábamos, me aconsejaba, yo trataba de hacer lo mismo... a la primera persona que le conté logros o cosas así, además de mi mamá, era a él. No importa si en las navidades no llegara con regalos, su presencia, abrazos y chistes eran suficientes.
También hubo malos momentos, pero éramos hermanos, y finalmente se superaban. La última vez que lo vi, me dio un consejo sentimental, que debí seguir mejor y que ahora mantendré. No quiero extenderme mucho sobre perder a un familiar, porque es un dolor que se lleva más por dentro, pero sí de una cosa: él vive en mi corazón, sé que me acompaña, que me ve y no quiere que sufra, que cuando le conté que me dejaron, me dijo "cómo no poder abrazarte"... en fin.
Fue una persona solitaria, pero sé que esté donde esté, me acompaña cuando estoy solo, cuando tenga pena, alegrías, logros... sé que estás porque cuando "te despediste", me dijiste "te quiero, Bro".
Yo también Bro, abrazo de gol y gracias.
miércoles, 15 de diciembre de 2021
Una pequeña lista de defectos... (Parte 2)
lunes, 13 de diciembre de 2021
"Aunque te quiero, te dejo ir"
El otro día, leía un artículo en La Tercera, el cual hablaba sobre las relaciones, y que profundizaba acerca de "dejarla ir". Me llamó la atención, dado que ella fue la que terminó, y que el luto es súper fuerte, dado los años y que los recuerdos buenos ganan sobre los malos (que hubo), pero me ha costado mucho darme cuenta de qué me hace mal y qué me hace bien.
A veces, me dan ganas de mandarle una carta (error al 10000%) diciéndole qué siento, porque sé que ella ya me olvidó y nunca más me volverá a hablar. Pero, al leer el artículo que comento... me quedo con el siguiente párrafo que me encantaría decirle:
“Te tengo que dejar ir y llevo un rato lidiando con eso. Porque no quiero hacerlo, porque te quiero conmigo y porque me gustaría encontrar la manera de quedarme. Pero no puedo hacerlo sin comprometer mi bienestar y eso ya no es negociable. Te quiero y me quiero, por eso te dejo ir; no desde el enojo o el resentimiento, sino desde el cuidado y la ternura. Porque ambos merecemos lugares que nos ayuden a crecer y en este momento no podemos ser eso el uno para el otro. Y no me cierro a conectar contigo en otro momento, cuando estemos en un lugar y con herramientas distintas, porque por ahora la mejor forma de cuidarnos, es la distancia. Así que gracias, te quiero y hasta pronto”.
jueves, 9 de diciembre de 2021
Demasiado Iluso
Apago el celular los fines de semana para no torturarme acerca de que ya nunca más me volverá a hablar, pero a la vez, al día siguiente que lo prendo, no hay ningún mensaje de ella y me pongo triste al saberlo (o comprobar, más bien, la situación). Iluso. Me borró, digo, y no cambió la configuración y aún se ven sus fotos y estado de WA, pero ella te borró, me repito una vez más; y aunque no lo haya hecho, nunca te hablará, pasaste a ser como el compañero de pega más X que tiene registrada en sus contactos, así que, para qué torturarse. Ella:
No te buscará en Navidad.
No te buscará en Año Nuevo.
No te buscará en tu Cumpleaños.
No te buscará nunca más.
Asúmelo. Olvídala. Avanza... ella ya lo hizo. Allá afuera, hay alguien especial que sí quiere estar, atraela hacia a ti, cambia tu actitud, deja de ser tan iluso, definitivamente ella no volverá NUNCA MÁS porque tú la atraías siempre, entonces, si ahora estás decidido a no hacerlo, no vale la pena desvelarse (como hoy), llorar (como ayer), tener ataques de pánico (como hace dos días), y sentirte triste todos los días porque perdiste sus conversaciones, su risa, su compañía, sus salidas... pero ¿acaso no habrá otra persona que desee darte eso y mucho más?
En eso deberían estar tus ilusiones. En el futuro, no en ella: el pasado.
lunes, 6 de diciembre de 2021
No siempre se trata de estar mal
Aunque eso nunca lo sabrás, no estás en su cabeza.
Eso es lo que te limita a avanzar, a salir de ese hoyo mental que tú te creaste sólo por el hecho de que ella se fue sin decir "agua va". Por eso no siempre se trata de estar mal, sino que más bien de reflexionar, de ver cómo puedes salir de esa pena, de esos cuestionamientos que te haces porque no quieren que estés bien, si así fuera, las cosas serían mejor pensadas.