miércoles, 2 de enero de 2008
Bitácora 2007 (Segunda Parte)
Cuando sucedió todo eso, quedé tan mal que estaba irreconocible. Fue horrible en todo sentido, me atacó una depresión muy fuerte. Llegué a pensar en soluciones extremas de las que siempre he estado en contra, la famosa "salida del cobarde" rondeaba mis pensamientos constantemente. Y así, sin darme cuenta, herí y dañé a muchas personas. Cuando eso estaba pasando le quise poner un "stop" y así lo hice. Visité al psicólogo.
No debo negar que fue la medida más extrema que he podido tomar. Tenía miedo al principio, ¿qué le diría?, ¿me ayudaría?, pero todas esas inquietudes se disiparon cuando por fin aparecí. Le conté todo lo que sentía y me quiso ayudar. Duelo. Ese es el diagnóstico, depresión por duelo o pérdida.
Desde entonces que los meses empezaron a correr y correr, esta vez estaba solo, me alejé de mis amigos en el sentido de que no deseaba que supieran más cosas, se involucraran más o se sintieran parte del problema, así que mi periodo de silencio comenzó. Retraído, pero triste. Esa trsiteza me duró tanto, que hasta el día de hoy aún tengo un poco de pena, pero ahora es una pena asumida, una pena que sé que acabará, de hecho está acabando.
Así pasaron los meses. Como es obvio me afectaban algunas cosas, pero lo normal, nada del otro mundo. De aquella persona, nada, creo que sólo sabía lo que la misma deseaba que supiera de ella, pero no sé, no la volví a ver. Eso también me afectó y me sentí en las nubes, no tenía nada, eso sentía, la nada.
Ya llegando el final del año comencé a hacer cosas que jamás pensé que haría. Carretié, salí, tomé, lesié, todo para evadirme, para ver cuan bajo podía caer, esa es la verdad debo reconocerla, así fue. Y caí bajo, lo puedo asegurar.
Hubo un consejo que me llamó fuertemente la atención entre tanta salida. Alguien me dijo que debía despedirme, hablar, decir adios. No lo había pensado, pero tenía razón, me dijo algo así como... "Si tuvieron algo que fue importante dile 'Adios', despidete y dile que cuando quiera aclarar todo te busque... nada más". Lo iba a hacer. Pero esa misma persona me lo impidió, no era la misma, esa se había ido y no sé adonde.
Así se acabó el año. Recuperándome, sanándome, existiendo. Por lo menos ya no lloro todas las noches o me siento mal o deseo irme a la cresta, creo que eso lo superé. Obviamente considero que me quedó cierto tema pendiente, pero en fin, así deben ser las cosas, no planificaré nada y solamente viviré.
Sólo hay una cosa más por decir. Hay una frase que me gustó y nunca la olvidaré. Tengo un corazón de helado, ja!, debe ser porque se derrite facilmente o tiene tri-sabor, algo por ahí debe ser.
Este es el final. Espero que el 2008 sea de pelos y salga todo bien, depende de como me tome las cosas. Adios!
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