Si decirte adiós es tan difícil, será que todo lo vivido a tu lado ha valido la pena.
Me dijiste adiós. Y no tengo una forma de decirte mis sentimientos respecto a eso, porque no quisiste: "no ahora", me dijiste; quizás, como una frase de autoconsuelo que tú misma encontraste correcta para decir y que no hiciera "todo más difícil". Sé que debiste haber pensado mucho la decisión, pero darle vueltas a ello, no me hace bien.
Ahora, estoy solo.
Quisiera haberme despedido mejor de ti, sobretodo por lo importante que
siento que fue todo esto, pero no se dio y tampoco creo que se pueda
dar, así que no me queda más opción que dejar una carta que jamás nadie podrá leer (menos
tú), porque se me da más fácil escribir, ya sabes, hablar en vivo sólo me haría llorar sin parar.
Me gustó conocerte. Me gustó cómo llegaste a mi vida, fue pura casualidad, de esas cosas que no se planean, y que no se pueden repetir, aunque quisiera. Nos convertimos, además, en amigos, y eso fue lo que hizo que estuviéramos tanto tiempo juntos, además de ser partners: viajamos, nos reímos, compartíamos penas y alegrías, lo típico podrás pensar, pero no a ese nivel, o por lo menos así lo veía yo. Pero, como todo en la vida, se empezó a desgastar...
Porque el tiempo lo destruye todo.
Fueron varios factores, además del tiempo, pero el amor siempre estaba o al menos me aferré a eso; sí, sé que no es suficiente, o sea, no fue suficiente y todo nos llevó a la extinción: podría decirse, literalmente, que eso fue: se extinguió.
Yo aún estoy viviendo el duelo, sabes. Sé que eres fuerte y luego saldrás, tomaste la decisión, así que es diferente (supongo) cómo lo vives... pero sé que debió ser doloroso y por lo mismo, elegiste la forma menos fuerte de hacerlo.
Yo estoy destruido.