Deja de estar ahí, encerrado. Lamentándote. Esperando lo que no se debe esperar. Haciendo lo que no debes hacer. Basta. Sal y ve. Ve que hay allá afuera.
¿Cómo
que no hay nada? Hay personas. Muchas personas. No, de esas no. Las que
te quieren. Muchas personas que te quieren y que no van a esperar a
buscarte. Si las necesitas, sal tú a buscarlas. Ahora. Ya.
Están
ahí para quererte, consolarte, apoyarte. No las dejes de lado.
Prometemelo. Por favor, dime que estarás ahí cuando lo necesites. Dime
que será así. Que cuando toda esta mierda termine, estarás ahí. No te
perderás. Los buscarás. Y sabrás realmente quienes desean ayudarte. Pero por favor, hazlo.
Si
no, a eso que llamas soledad, a eso que llamas tristeza, a eso que
llamas desolación... llegarán a ti para siempre y no tendrás tiempo de
arrepentirte. Buscalos, te lo suplico... no seas, no seas, no seas... como yo.
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