lunes, 9 de febrero de 2009

Prozac - Cap. 1


Me tiembla la mano al escribir. Me tiembla la mano al leer el diario. Un nódulo de mierda comienza a salirme en el cuello. Tomo mi santo prozac. Todo pasa. Un valium sería perfecto pa la mezcla del día, si no fuera porque anoche me di una sobredósis de esa wea y todavía no se me pasa el efecto.

Tengo que llegar al auto. Por lo menos es automático. Si tuviera que pasar cambios como los weones, choco. Además voy apurado. Me acabo de pegar un polvo que no me dejó satisfecho. La muy perra hace la mitad de las cosas que hace una mujer de verdad. Incluso una que no ama hace más. Bueno, de qué me puedo quejar, si estaba más drogada que yo.

Veo que en la guantera de mi auto me queda otro valium suelto. Quizás esté vencido, me da igual... compensará la carga de anoche. La mujer con quien tuve sexo sin protección desea subirse a mi auto. Jura que recuerdo su departamento. Confiaré en su juicio.

Creo que comienza a tiritarme el puto ojo. Efecto de los ansiolíticos que me mete el bastardo de mi psiquiatra. Para eso estudian tantos años. Para drogarte o hacerte creer que avanzas. Hace años que no avanzo. Necesito un jale. Pero lo dejé hace años.

Así, mientras bajo por la Kennedy a 100 por hora, como si no hubiera futuro, la mina me dice que me conoce de antes. La veo, como no la vi la noche anterior y la muy hija de puta era una mina que conocí en el colegio, cuando era pendejo. La más rica del 2do B. Y que me dejó pagando como a muchos que traía caliente.

Cuando lo pensé, la vi detenidamente y me detuve en su entre pierna para luego volver a mirar esos pechos que habían sido míos... me di cuenta de algo: que la mina más rica del cole era como las weas en la cama.

La dejé en su depto y me fui raja a la pega. Creo que rozé un par de autos de esos que se pagan en cuotas. No me importa, mientras esté mi secretaria (que me tiene ganas y prefiero que las siga teniendo, porque así se calientan más) y mi café en el escritorio, el resto me importa menos que mi mismo. Mucho menos. (continuará)

sábado, 7 de febrero de 2009

Capricho o Realidad


El otro día mientras miraba por la ventana de la oficina y conversaba con un compañero, me asaltó una duda. A estas alturas no sé si estoy pensando en alguien por carpicho o en realidad siento algo. Ni siquiera le doy muchas vueltas al asunto y pasado el tiempo he comenzado a confundirme.

No sé si es porque conseguí algo y no llegué siquiera a la mitad del juego o porque prefiero una posición que otra. En resumen no tengo idea qué siento por quién. Y eso, cuando lo pienso bien, me intranquiliza.

Pero, como siempre hay un pero, eso es sólo por mi parte. El otro lado de la moneda sé exactamente lo que siente. O por lo menos creo saberlo. A veces me pregunto... su negación es porque realmente no quiere o porque siente que no debe querer?

Si es lo 1ero, pues pase. Sin embargo, siendo la 2da opción bastante viable, me quedo en ceros. Y eso sería lamentable. Para ambos.

Como no sé muy bien, creo que si es capricho o realidad no es influyente. Ya pasará. Aún me queda la duda. Pero pasará. De todos modos, me inclino por la realidad más que el capricho.

Quién sabe. Tal vez hubiesemos sido felices. O lo seremos. El destino es como una voluble puta...

jueves, 5 de febrero de 2009

Vistiendo santos...


Cuando te vi, jamás pensé que ibas a ser una espina en mi corazón. Pero a la vez, nunca imaginé que ibas a hacer que me diera cuenta de esto: no volverá a pasar.

No volverá a pasar que querré más de lo que me quieren. No volveré a engancharme con las personas, no involucraré sentimientos en vano. No vale la pena. Nunca más.

No seré ese idiota que idealiza a todas. No. Ellas deberán idealizarme primero, sino, nada vale la pena. Entonces se convertirán en la de turno y nada más. No sentimientos. No dolor.

Eso he aprendido con el tiempo. Que no merezco esto. Sí, solo... estoy solo. Completamente. Aunque piense a veces en otra persona, ésta me ha demostrado que no hay remedio... nunca lo hay...

Y eso me ha vuelto más maldito. Así debo ser. Aprovechar oportunidades. Obviar sentimientos. Todas son iguales... nada es como lo pintan. Sólo necesitan amor porque ellas no se tienen amor propio suficiente y lo buscan con cualquiera con tal de sustituir su mera existencia...

Así era yo. Igual que ellas. Ya no. Aunque me quede para vestir santos...

martes, 3 de febrero de 2009

No es


No es para ti. Definitivamente no es lo que mereces.

No es la que crees. Es dependiente de los demás, si está bien con los demás está bien con ella misma...

No es nada para ti... es pasajera como todas... como todos...

No es la que tu idealizas. Basta de idealizar a todos quienes te rodean.

Piensa en otra persona como tú también aún piensas en otra persona. Es inevitable. Es tu puta suerte que te persigue...

Quiere a alguien que no eres tú. Ella no es. Nadie lo es. Nadie es la que te merece y tú tampoco le mereces a nadie. Aceptalo... y todo será más fácil... todo.

sábado, 31 de enero de 2009

Monumento a la aviación


Era tarde. Pasadas las nueve de la noche. Salí del Sushi Bar arrepentido de haberme quedado demasiado tiempo simplemente porque me lo pidieron. Me aburrí un poco, aunque me metieron conversa un par de chicas... nada muy interesante.

Caminaba por providencia pensando en llegar al metro Salvador, el más cerca desde donde me encontraba. Por desgracia, sabía que tenía que pasar por un lugar que no pasaba hace ya casi dos años. Casi dos años.

El famoso monumento a la aviación. La 4ta banca desde izquierda (poniente) a derecha (oriente). Allí hablé por horas contigo. Hablamos y te quise. Y me quisiste. Mirabamos atentamente el movimiento de las aguas y los colores. Veníamos de hacer un trámite, que cosa tan pajera. Nada había alrededor de esa plaza más que nuestras ñoñas conversaciones que me hacían sentir que todo iba bien y que jamás conocería a nadie tan parecido a mi.

Luego, ya era más de tarde, casi de noche (invierno en aquella época). Nos paramos y me mojó (salpicó más bien) esa maldita fuente!, me acuerdo que empezamos a caminar rápido y yo mojado la mitad del cuerpo. Fue chistoso. Reímos.

Tomamos un helado en el Bravissimo, o sea, caminamos bastante. Pero ibamos tan contentos (mierda que ibamos felices) que no nos dimos ni cuenta. Adentro conversamos cosas increíbles que me acuerdo y me hacen sonreír... luego ya eran casi las 9 de la noche. Cada uno para su casa. Recuerdo tu cara de pena por eso. Querías estar más conmigo. Yo también... deseaba pasar todo ese día contigo...

Volvi al presente. Iba pasando por la misma orilla que esa vez y también me salpiqué. Pero no reí. Y vi esa banca ocupada por una sola persona. Sola. Tal como yo iba... solo... caminando hacia el metro. Aceleré el paso. Y pensé... los recuerdos te hacen feliz a veces. E igual, acordarme de todo eso con un gran nivel de detalles y después haber sonreido... me entretuvo más que estar entre tragos dulces y sashimis...

miércoles, 28 de enero de 2009

Mañanas


Como la mierda. Así me siento desde las 9 de la mañana hasta las 12, más tardar una de la tarde. Es raro, es cosa que me siente en mi escritorio y prenda el PC para comenzar a sentir que me recorre un sudor frío por la espalda y comienzan los nervios. Miedo, incertidumbre. Lo que sea, pero me siento horrible...

Y comienzo a pensar en qué mierda hago en ese lugar (mi trabajo), en que podría estar mejor en mi casa o en cualquier otra parte. O comienzo a llamar con la mente a miles de personas y deseo que estén ahí conmigo, que me abracen, que me saquen de ahí, no quiero más, no puedoooooo!

Llega la tarde, luego de almorzar y se me pasa. Es raro. Debe ser porque me estoy aclimatando. Porque es algo nuevo. O porque tengo unas ganas locas de volver a verte y ni siquiera te das cuenta...

lunes, 26 de enero de 2009

200 veces


De 200 veces que he escrito en este lugar, el 20% han estado relacionadas con cosas que no son de mi vida privada. El 55% sobre mis verdaderos sentimientos hacia el mundo y el 25% restante me lo he inventado.

De eso, el 70% han estado guiadas hacia la misma persona. El restante, hacia personas y situaciones aleatorias. De 200 entradas, más del 80% posee imagen adjunta que está relacionada con lo que dice la entrada. El resto o no tiene imagen o no está relacionada.

El 82% de las entradas han sido leídas por personas que no me conocen. El 15% por quienes sí y el resto por mi... que debo revisar si la pagina está funcionando bien. Del total de personas que me conocen, la mitad de las lecturas las ha hecho la misma persona. Aunque jamás me lo haya reconocido.

El 57% de las entradas las he escrito con la misma canción de fondo. La que le gustaba a ella. El resto, con canciones relacionadas o en simple silencio, dependiendo la hora.

De las 200, el 90% son porque alguien especial me pidió escribir en un Blog. Si no, simplemente no lo haría ni lo seguiría haciendo. Esta, será la entrada 201. Y será la 1era en que me encantaría que comentaras... no tienes nada que perder... absolutamente nada.

sábado, 24 de enero de 2009

Te haré caso...


Bien. Entonces será como tú quieras. Ahora sé qué soy actualmente para ti. Y me duele, no sabes cuanto me duele. Pero lo acepto. Debe ser así, DEBE ser así. Era inevitable. Fui un pasajero más en el viaje de tu vida.

Y como tal, debo saber bajarme en el lugar y momento indicados. Aunque he salido un pasajero bastante complicado en ese sentido. Fuera de comparaciones y cosas por el estilo, creo que cada palabra que me dijiste (indirectamente) me ha dejado claro que es lo que debo hacer.

Eres y serás siempre un bello recuerdo. Pero, recalcando la última palabra, eso comenzarás a ser. Siempre sonreiré recordando tu sonrisa, tu risa nerviosa, tu voz suave... y esos benditos ojos... jamás supe que tenían...

Y jamás lo sabré. Quieralo o no, esta vez te haré caso (lo intentaré al menos). Bueno, como siempre. Es que soy demasiado obediente. Demasiado.