jueves, 8 de octubre de 2009

Siempre termino recordando...


Al final del día, termino recordando. Siempre, en cada relación, al final soy el que recuerda, mas no el que olvida. Eso es sencillo. Se basa en buena memoria y... sentimientos sinceros. Demasiado grandes. Infinitos. Reales.

Cada vez que camino por la calle y miro hacia el cielo, tengo algún recuerdo guardado en mi corazón que simplemente aflora desde mi interior. Y es como si estuvieras ahí, con esa carita tan inocente, tan chistosa, tan alegre, ese caminar tan nervioso, esos pasitos que me daban ganas de abrazarte y cuidarte para siempre...

O me viene a la cabeza esa risa incompleta que le faltaba felicidad, pero que llenaba el espacio en el que nos encontrabamos los dos y esos ojos que no paraban de buscar mi alma o esa voz que me decía al oído cuánto me deseaba...

Sí. Siempre termino recordando.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Esperando un mensaje


Estoy al frente del televisor sin hacer nada. Lo observo, pero no lo digiero. Ni siquiera sé qué están dando, al parecer una escena de sexo que dejo pasar con fluidez. Luego la cambio hacia un infomercial. Son las cinco de la mañana. Es todo normal. Miro hacia el techo por un pequeño instante, esperando poder dormir. Es tarde (o temprano, como quieras) y no sé porqué luego doy vuelta mi cuerpo hacia el velador.

Esto de estar desvelado.

Miro mi celular que tengo en silencio, pero prendido. Reviso una vez más por si me ha llegado un mensaje. Uno tuyo. De esos que sueles escribirme a estas horas. Como que estabas viendo un nuevo video o que te dolía un dedo... o simplemente un "te quiero".

De esos "te quiero" que me hacían dormir como un lirón.

Nada. No decía nada. Te iba a mandar uno para saber si dormías. Lo hice. Y no me llegó respuesta. Avanzaban las manecillas de mis relojes y mi desesperación aumentaba, no porque no me contestaras (el hecho como tal), si no porque necesitaba imperiosamente de un mensaje tuyo, la obsesión aumentaba de tal forma que me comenzaban unos mareos horribles, de pronto sudor frío, no llegaba, 20, 30, 45 minutos y no había respuesta y mi corazón latía a mil por hora y no podía más...

Hasta que sonó.

Tonto, me despertaste! :P, pero no importa, porque me voy a poner a photoshopear unas fotitos :P, besos, te quieroooo!

Apagué la luz y lloré. Qué va a pasar el día en que me dejes de mandar esos mensajes... qué va a pasar?

martes, 6 de octubre de 2009

Un simple perdón


Si estoy aquí hoy día, es para decirte que lo siento muchísimo. Sí, sé que mi reacción no fue de las mejores, de hecho, pienso que fue super pendeja. Es que realmente hay cosas que me afectan y bueno, reacciono... Sí. Sé eso también. No estoy en edad para eso.

No me mires así. Sé que no tomas el peso de mi disculpa, pero es que realmente estoy arrepentido, arrepentido de no haber podido manejar esto. También de hablar de más. Es complejo todo esto, porque tengo claro, demasiado claro, que no puedo echar pie atrás en todo lo que dije e hice...

Por eso te pido perdón.

Tantos sentimientos encontrados y tantos momentos desperdiciados. No quiero que se vuelva a repetir, juro que no quiero eso... por eso lloro ante ti aunque me vea patético y te ruego que olvides cada gesto, palabra y acción que pudo haberte dañado...

Es eso o desaparecer...

lunes, 5 de octubre de 2009

Si no cometieramos errores


Me he puesto a pensar que si no cometemos errores, no se podría aprender nada. Que si no nos equivocaramos, no podríamos crecer. Que si todo saliera bien, esto sería muy perfecto y sin chiste. Además, jamás podremos encontrar que todo salga perfecto.

Siempre en la vida tiene que haber algo que cojee.

Si no cometieramos errores, entonces no tendríamos experiencias, si no tuvieramos experiencia no seríamos día a día más sabios. Hasta llega a ser necesario.

Dan ganas de ser perfecto. O saber lo que puede suceder a futuro y tenerlo en cuenta. Puede ser. Sería ideal. Sin embargo, en cuanto hayan situaciones que nos den aprendizajes, como los errores que uno tanto maldice y no comprende... a la larga lo sabrás.

domingo, 4 de octubre de 2009

Las últimas gracias

Se acabó la Universidad.

Se acabó el estudio.

Se acabó la espera.

Se acabó el amor.

Se acabó.

Gracias por todo a cada uno/a que fue/es parte de mi vida universitaria, las penas, alegrías, depresiones, dolores, muertes, desesperaciones, nervios, miedos, diversiones, risas, llantos, patetismos, extrañesas...

A todas a las que quiero, querré y a las que amo hasta hoy.

A los amigos que no fueron y los que son.

A todo eso que formé, deformé, construí y destruí en la Universidad...

A todos los enemigos que me hice y a aquellos que me odian.

A mi familia que sabe que lo hice por ellos.

A ti por estar ahí a pesar de todo.

Y... a mi corazón que ha resistido cuatro años y medio todas y cada una de las experiencias que pasaré a olvidar en esta vida. Y pasarán a ser la otra vida.

Las últimas... Gracias.

sábado, 3 de octubre de 2009

Déjalo de lado


El dolor pasa, déjalo de lado. No tiene sentido que sigas torturándote con eso. Puede que te afecte, puede que sea duro de asumir, puede que te arrepientas. Pero, tienes que dejarlo de lado, sino te va a carcomer.

Piensas constantemente en el daño que puedes estar ocasionando o la pena o la rabia que provocaste. Eso hace que sufras más de la cuenta y no es justo. No es justo para ti ni para los que te rodean. Hazlo para no causar más daño, ni que te lo causes ti mismo.

Sí, puede que la verdad duela. Sí, puede que recibirla duela. Y darla, también. Pero está bien, así es la vida y debes aceptarlo, aunque sea infinitamente doloroso. Así podrás avanzar.

Déjalo de lado. El resto también lo hace, porqué tú no?

viernes, 2 de octubre de 2009

Hoy y nada más que hoy

Hoy te vi. Segura, esperando. Supe que fuiste feliz, que lo eres, que de ahora en adelante las cosas serán diferentes, que nada ni nadie podrá detener tu felicidad. Y yo, no quiero ser feliz.

No quiero, no puedo, me es prohibido. Qué sé yo. No tengo idea porqué, pero así tenía que ser. Está bien por ti, está bien por mi.

Siento no haberte dicho ni cómo te fue. Pero, prefiero eso. Hoy dejaré de lado aquellas que solamente me recuerdan lo que no debo tener. Así tendrá que ser.

Y ahora, qué mierda haré? Lo mismo. Volveré a ser el de antes. Solo es más fácil. Difícil que yo mismo me haga daño, no?

martes, 29 de septiembre de 2009

No tienes la menor idea. De verdad, que no


Si supieras que me muero de celos al saber si quiera que hablas con él, de seguro reirías. O no sé, tal vez, te enojarías. Eres tan volatil, cambiante...

Si supieras las ganas que me dan de abrazarte y no soltarte nunca, pero eso tal vez lo intuyas y prefieras no pensar en eso. Es lo más probable...

Si supieras que siempre tendrías un hombro en el cual llorar, manos que te acariciarían el rostro cada vez que estés triste o simplemente un beso que te calme...

Si supieras que comencé a sentir esto y no quiero. Pero lo siento... tal vez te enojarías y mucho.

Si supieras que a pesar de todo no deseo que me dejes... por eso lo oculto. Como los niños del jardín de niños que no le dicen nunca a la niña que les gusta, que les gusta...

Si supieras que sé perfectamente que me rechazarás... sabrías que ni siquiera lo voy a intentar...

Y creo que es lo único que sí sabes. Lo único...