Justo ahora me acuerdo de ti. Tanto. Te necesito acá, al lado mío. Me duele la cabeza, me duele mucho. Y me acuerdo inevitablemente, de cuando más te necesité y no estuviste, como ahora. Aunque, ahora, tiene mucho más sentido que no estés. Pero esa vez... esa vez, no.
Estoy solo. No quiero estar así, solo y enfermo. Resfriado. Y solo. Como esa vez, solamente que sin el sufrir. Sin la incertidumbre de qué pasaba entre nosotros. No me gusta recordarlo, pero es tan fuerte en mi memoria cada momento contigo, tanto...
Me gustaría que me abrazaras. Y me dijeras que todo saldrá bien. No hay nada bien. Hace mucho tiempo que NADA está bien...
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