Reviso mis cosas solamente para ordenar. De pronto apareció una foto. Pegada en el revés de mi cuaderno/agenda. Tiene algo escrito en ella.
Es precioso lo que dice. Algo que nadie se atrevería a decirte, a menos que te quisiera con toda el alma. Algo que nadie se atrevería a darte, si no te quisiera de verdad. Y lo desperdicié. No sé cómo, pero lo hice.
Cuando guardas ese tipo de cosas, es por algo, no te parece. Es porque nunca debes olvidar los momentos más nostálgicos que existieron y que, debes asumirlo, nunca volverán porque ningún momento se parece a otro en esta vida.
Así que la guardé. La guardé esperando que algún día vuelva a mirarla como un bello recuerdo y no como lo que nunca pudo ser...
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