viernes, 17 de octubre de 2008
Alrededor
Deja de estar ahí, encerrado. Lamentándote. Esperando lo que no se debe esperar. Haciendo lo que no debes hacer. Basta. Sal y ve. Ve que hay allá afuera.
¿Cómo que no hay nada? Hay personas. Muchas personas. No, de esas no. Las que te quieren. Muchas personas que te quieren y que no van a esperar a buscarte. Si las necesitas, sal tú a buscarlas. Ahora. Ya.
Están ahí para quererte, consolarte, apoyarte. No las dejes de lado. Prometemelo. Por favor, dime que estarás ahí cuando lo necesites. Dime que será así. Que cuando toda esta mierda termine, estarás ahí. No te perderás. Los buscarás. Y sabrás realmente quienes desean ayudarte. Pero por favor, hazlo.
Si no, a eso que llamas soledad, a eso que llamas tristeza, a eso que llamas desolación... llegarán a ti para siempre y no tendrás tiempo de arrepentirte. Buscalos, te lo suplico... no seas, no seas, no seas... como yo.
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