lunes, 26 de mayo de 2008

Antiguas Conversaciones Perdidas.


Recordar no le hace mal a nadie. Salvo pequeñas excepciones, cuando se recuerda algo es para ver cómo se actuó en aquella ocasión. Y cuando se tienen las pruebas exactas de aquello, todo se vuelve más fácil.

Siempre pasa que recuerdas una conversación antigua que fue importante para ti. Algo, sea lo que sea no viene al caso. Si tuvieras la oportunidad de revisar cada detalle de la misma podrías darte cuenta qué fue lo que sucedió y porqué aquella conversación fue importante. A veces existe esa oportunidad de poder saberlo. Leyendola.

Retroceder varias páginas no es fácil, pero se hace el intento. Se hizo en realidad. No sé si fue una obra del ocio o no sé, no tengo claro eso; lo que sí sé es que fue un portazo. No sé, fue raro, es raro, fue extraño, es extraño. Es recordar cosas que en realidad no olvidas, de hecho hubo un tiempo que no había nada más que diera vueltas en la mente que eso.

De hecho, ni siquiera entiendo lo que acabo de escribir. Moraleja: No leas lo que has vivido, no entenderás nada. O quizás lo entiendas todo y eso es peor.

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