Ayer fue un día muy extraño, sabes? No fui a clases por ayudar a una amiga a hacer una tarea y pensé que no iba a pasar nada más que eso. Fue bacán igual, ya que ella me subió el ánimo y me acompañó, a pesar de que igual tuve que trabajar. Pero fuera de eso, no pasó nada extraordinario.
Hasta que sorpresivamente, me llegan unas entradas para ir al concierto de Soda Stereo. Así que fui. Fui con mi bro y la pasé genial, a pesar de que no soy muy fan de esa banda... en realidad me sé como dos canciones no más...
Pero en un leve instante, recordé que había escuchado (o me lo imaginé quizás) que tu también ibas a ir. Y, como soberano imbécil, mientras duraron esos segundos de duda, te busqué. Simplemente con la mirada, te busqué. Y no te encontré, pero sentí que debí haberlo hecho.
Eso significa, simplemente, que a pesar de cualquier cosa, este sentimiento tan puro no se va a ir de la noche a la mañana. Han pasado un mes y algo, pero ni ese algo ayuda a aliviarme. ¿Será que alguna vez lo logre?
Ni siquiera tu alguna vez me lo dirás. Así que difícil saberlo. Sigo escribiendo a la nada.
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