Esos días simples

Me gustaba juntarme contigo, habíamos hecho buenas migas. No imaginé lo que vendría, pero lo que pasó antes, fue mucho mejor que lo que vendría después. Esas tardes calurosas en que nos sentábamos en la plazita a conversar... lo que nos había pasado durante el día. A veces eran cosas tan simples que tendía a exagerarlas (más bien ponerle más pimienta) porque si no... qué mharíamos por 3 horas?

Esa era la cantidad de tiempo que podíamos estar juntos sin pensar en nada más. Sólo hablabamos, hablabamos... era todo más simple, mucho más fácil. ¿Lo que pasó después?, nada... lo que pasó después cada día tiendo a olvidarlo más.

Entiendo todo.

Ahora entiendo porqué la gente tiene diferencias, no se habla, trata de no verse, no se toma en cuenta, se aleja...

Es simple.

Es temor.

Tiene miedo de que si se acerca nuevamente, pueda sufrir: todos tenemos capacidad de perdonar, pasar por alto, no tomar en cuenta... pero no lo hacemos. Y como no lo hacemos, pasa esto. Y esto no pasa cuando éramos chicos... nunca peleabamos de esa forma con nuestros amigos y es simple el porqué: no le temíamos al dolor.

Entiendo. Ahora, te entiendo.

El último beso.

Habíamos terminado. Tenía un dolor tan grande que, solamente ahora, tiendo a recordar. Y cuando las cosas no tenían más futuro, cuando ya todo estaba conversado, cuando comenzaste a llorar (y yo también) te pedí un último beso.

No querías. PEro te miré fijamente y te lo di. Fue muy bonito. Y no lo olvidaré. Porque para mi, haya pasado lo que haya pasado después, fue mi último beso. No ha habido ninguno tan importante como ese, tan triste, tan determinante para el futuro... así de importante eras.

Ahora cuando pienso en eso, veo el lugar en donde nos lo dimos y solamente puedo pensar en cuanto me gustaría volver a saber de ti, solamente para poderte decir que nunca te olvidaré. Siempre recordaré esa sonrisa, esa risa, esa voz... y este último y triste beso. Último beso... el último.

Todo desaparece

A veces es inevitable que recuerde cuánto tiempo ha pasado. Porque los recuerdos, como si no fuera suficiente, vienen siempre a mi. Siempre pienso que podría haber evitado todo lo que pasó... y en otros momentos, me imagino que deseé que pasaran.

Como si la única forma de terminar todo esto... a veces se me pasaba por la mente esa única solución, era la más viable.

Todo desaparece tan rapido de la mente. Esos "te quieros", todo eso. Nada es tan cierto como el hecho de que el ser humano nace solo y muere solo. Así es, así será y así deberá ser.

De esas cosas que pasan cuando menos las esperas 2

Creo que nunca más la podré volver a ver, porque esta otra persona fue la que se enojó, se alejó, hizo todo. Si de verdad supiera, de verdad supiera que está equivocada, que nada de lo que piensa que pasó, pasó... pero es inútil. Porque esa persona fue la que decidió alejarse. Y si me remito al caso anterior puede que pasen años antes de volver siquiera a saludarla.

Y tal vez lo merezco.

Entregué mucho y tal vez fue demasiado. Y algunas la confundieron y terminaron en esto. Así, entiendo más a la persona de la columna pasada que comenté: así debió sentirse.

Karma entonces?. No, no creo en esas webadas. Bullshit. Lo que pasó ahora fue una sucesión de errores, mal entendidos y sobre todo cansancio. Por eso, tomé la mejor decisión que siento que puede ayudar: alejarme también. Que me olvide. Que no me quiera.

Será lo mejor. Por un tiempo, será lo mejor.

De esas cosas que pasan cuando menos las esperas

El otro día vi a alguien que no veía hace años. Nos separamos por una estupidez que ya a estas alturas poco y nada me importa. Esa otra persona siempre pensó que volvería a acercarme, cosa que nunca hice (pride, pride...) y siempre noté que lo esperó. No es que no pudiera, digamos, perdonar, era algo en donde di vuelta la página automáticamente.

La cosa es que cuando vi a esta persona, pues la saludé normalmente y en muy buena onda. Es que de verdad fue una estupidez, aunque la recuerdo perfectamente. La cosa es que noté que no esperaba que lo fuera y vi, aunque no sé si me lo imaginé, que estaba satisfecha esta persona. Como que esperó años que yo fuera buena onda de nuevo, incluso con un simple saludo y así fue.

Me preguntó cómo iba mi vida en estos años (fueron años, eh?!) y noté que estaba poniendo mucha atención y que esperaba saber de mi. Bueno, me fui y buena onda.

Era una amistad que se rompió hace años. Y por algo que no valió la pena, si veo las cosas en... perspectiva. Y por mi tozudez, nunca vi y ni siquiera pensé en la posibilidad de arreglarla. Era un final definitivo. Pero noté que esa otra persona recordaba la amistad y creo, que quizás la atesore y no se acercó porque supo su cuota de responsabilidad y entendió mi decisión, en su momento.

Quizás no la compartía, pero la entendía.

Ahora que perdí otra amistad por circunstancias aún más bizarras, es cierto que pienso cuántos años puede que pasen hasta que nos volvamos siquiera a cruzar palabra. Pero, estas son de esas cosas que pasan cuando menos las esperas.

Quizás nunca pase. De hecho, pienso que nunca pasará.

Ese pasado.

Es tan sencillo como volverlo a pensar: la gente no avanza por la siguiente simple razón...

Piensa mucho en el pasado (en lo que hizo, lo que no hizo), le teme al futuro y por ende, desperdicia el presente. Eso es lo que debe cambiar, lo que se hizo o no, ya pasó. Y lo que depara el futuro... el futuro lo hace uno mismo. Asegúrate de hacerte uno muy bueno (por ahí escuché).

Eso es, así de simple. Ese pasado que te atormenta, piensalo bien, hazlo desaparecer, ya no hay vuelta atrás. Nunca te arrepientas.

Ese futuro que temes no saber afrontar... temes a lo desconocido o a cometer esos mismos errores pasados?, fueron realmente errores o aprendizajes?

Piensa en eso.

Perspectiva

Todo depende de la perspectiva en que se mire. Tal vez ahora ves todo mal. Sientes que te has equivocado, que las cosas no están saliendo bien, incluso, que no te sientes realizado. Que has estado fallando constantemente.

Pero, piensa, puedes salir adelante: es cosa de enfocarte. De que cumplas tus sueños, metas, lo que sea. Todos tenemos una. Aunque sea una. No hay que abandonarla, todo lo contrario. Tal vez será difícil al principio. Pero eso no quiere decir que sea imposible. Las cosas son imposibles en la medida en que tú lo creas así.

He estado pensando. Tal vez he pensado al revés. Porqué debo cuestionarme yo lo que ha pasado, si no todo en lo que he terminado ha sido necesariamente mi responsabilidad. Hay decisiones de a dos. Y esas no tienen vuelta atrás. A esas hay que atacar: son el pasado.

Es cosa de ver en perspectiva: qué quiero, qué busco, qué necesito y qué tengo que hacer para lograrlo. Creo que es prudente, si no que absolutamente necesario, tomar medidas... si no, terminarás por ganarme, destino.