De repente el tiempo me ha de volver desconfiado. O menos iluso. Creo que lo último es firmemente más importante. Y lo está logrando. Algo me pasa que, ya no siento ese desespero, esas ganas de no ser odiado, dejado de lado, entristecido...
No. Eso no me está pasando.
Debe ser el tiempo solo, eso hace que te vuelvas más duro, menos dependiente. No cuento ni mis problemas, en cambio, los afronto, los encaro y he logrado cosas y las seguiré logrando. Porque nada fue como me lo prometieron.
Me dijeron tantas veces que me querían, que no me dejarían, que me necesitaban, que estarían ahí, que las cosas saldrían mejor, que no estaba solo. Todas esas palabras fueron caducas ante los hechos. Así de simple.
Y me hicieron, sin saberlo, mucho más fuerte. No importa que no se cumplan esas promesas que resuenan en mis recuerdos, lo importante es en lo que me convirtieron ahora.
Estoy sintiendo que estoy evolucionando.
No. Eso no me está pasando.
Debe ser el tiempo solo, eso hace que te vuelvas más duro, menos dependiente. No cuento ni mis problemas, en cambio, los afronto, los encaro y he logrado cosas y las seguiré logrando. Porque nada fue como me lo prometieron.
Me dijeron tantas veces que me querían, que no me dejarían, que me necesitaban, que estarían ahí, que las cosas saldrían mejor, que no estaba solo. Todas esas palabras fueron caducas ante los hechos. Así de simple.
Y me hicieron, sin saberlo, mucho más fuerte. No importa que no se cumplan esas promesas que resuenan en mis recuerdos, lo importante es en lo que me convirtieron ahora.
Estoy sintiendo que estoy evolucionando.