lunes, 4 de enero de 2010

Pero yo no concibo esa razón


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En esa estación, me dijiste que te ibas, que seguro volvías, que hablaramos siempre, que no te olvidara.

Hoy, ni me despedí de ti.

En esa estación te acompañé, a pesar de estar lloviendo y me dijiste que no me preocupara, que volverías pronto.

Ahora, no volverás.

Una vez, te dije que te iría a buscar hasta el fin del mundo y me sonreiste y me abrazaste y me dijiste que no te soltara.

Pero eso, no pasó esta vez. Solamente, te fuiste.

Y no hemos vuelto a hablar. Debe ser buena tu vida ahora, porque no volverás. Pero déjame decirte solamente una frase...:

Espero que la distancia no sea el olvido porque yo no concibo esta razón, no la concibo...

domingo, 3 de enero de 2010

Bajo los recuerdos

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Tomé los recuerdos como un gran cuaderno lleno de información, los junté y comencé a repasarlos. Realmente, quedarse pegado es un problema, me dije. Así mismo me di cuenta que creer en imposibles también lo es. Por lo tanto, tenerlos guardados no sirve de nada.

Bueno, quizás para saber que fuiste parte del pasado de alguien. Pero, al final de todo, el único que se acuerda soy yo. Y nadie más que yo. De eso, no puedo estar más que seguro.

Así que, bajo los recuerdos y no los saco a la luz hasta que, o me dé nostalgia (creo que eso es natural) o hasta que crea que sea necesario.

Estarán ahí, abajo. Bien abajo...

sábado, 2 de enero de 2010

Balance 09


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Balance del año 2009:

Año lleno de cambios, particularmente porque terminé mi carrera, estoy trabajando de forma estable (por ahora, al menos) y he sacado bastantes cosas buenas de aquello.

Creo que fue lo mejor que me pasó este año. Fuera de eso, nada más.

Estuviste en forma de recuerdo en mi, no tan constante y permanente como antes (sólo en estos últimos días), si no como algo que me alegra cuando quiero recordar lo mejor que me ha pasado... en estos últimos años. Intento recordar lo mejor, al menos.

También ha sido un año en que he reflexionado muchas cosas, en que han nacido nuevos sentimientos en mi corazón los cuales he tenido que bloquear, aún están ahí, como esperando un milagro que jamás pasará. Y como jamás pasará se desvanecerá, desperdiciándose.

Como a veces sucede con los sentimientos.

Siempre pienso que sentir cosas no acerca a la gente. En mi caso ha pasado, al menos. Y eso quizás esté pasando. No quiero alejarme ni que se alejen, así que prefiero eliminar esos sentimientos, aunque sean fuertes, puros y sinceros. Y sobre todo, buenos. Si las cosas fueran distintas, sería muy lindo.

Pero no será, ya no fue al menos. Se acabó el año, ¿recuerdas? Eso, deberá quedar en el pasado del quizás y del tal vez.

También conocí nuevas personas y me di cuenta de un par de decepciones, que hacen pensar que el corazón no selecciona bien. Solamente elige. Es la mente la que finalmente, te hace dar cuenta de la verdad, aunque sea triste y, muchas veces dolorosas.

Lejanías, mentiras, peleas, ocultamiento de información, culpabilidad. Eso fue inevitable.

¿Que qué espero del 2010?

Este año espero encontrar la felicidad completa. Es tan simple comprenderme, con un ejemplo será más claro:

"Tengo una torta y quiero regalarla. Pero, le falta un pedazo. Por tanto, no puedo regalarla sin ese pedazo"

En este caso, es lo mismo. Así de simple.

Espero así sea y que la infinita felicidad llegue a mi de la forma más inesperada...

jueves, 31 de diciembre de 2009

Me persigues, pasado

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Hoy el pasado me persigue. Veo como pasa frente a mi. Como le niego el saludo.

Luego me vi pensando en ella, extrañando su preocupación única. Esa que ya no existe más. Que nadie más me quiere dar.

Después vi cómo me la recordaban como un mal una y otra vez. Con sorna y burla. Me aguanté de matar a alguien hoy.

Iba a mandar un mail y salió tu nombre en mi lista. Ese bello nombre...

Pensaba en el rechazo. En el constante rechazo que tú nunca me diste, sólo al final...

Parece que quiero disfrutar el presente, vivir el futuro y... llorar el pasado que ya no está...

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Rechazo Constante y Sonante


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Una vez te invité a un parque. Me dijiste que no podías, que estabas ocupada... Ese día fuiste al cine con otro.

Una vez te dediqué una canción. Me dijiste que ese grupo no te gustaba. Y la conocías más de lo que creí.

Una vez te dije que salieramos. Me dijiste que no querías salir. Y saliste a bailar esa noche.

Una vez te regalé flores. Me dijiste que no era necesario y las ocultaste. Jamás las vi de nuevo en tu casa.

Una vez te quise dar un beso. Dijiste que no era correcto. Luego, te vi conversando con otra persona, de la mano.

Una vez te dije que haría cualquier cosa por ti. Pero tú, dijiste que no valías la pena para nadie. Luego, supe que lo llamaste esa tarde para conversar.

Sólo me has rechazado. Siempre y a cada momento. Y no te das cuenta que me aguanto por una sola razón... una sola e insignificante razón.

martes, 29 de diciembre de 2009

Alguna vez


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Alguna vez me contaste porqué estabas enojada con esa persona. Tus razones, que mayoritariamente eran falsas (sí, me mentiste), tuvieron una sola, solamente una, la cual era real. O tal vez, quise pensar que no era real. O tal vez, ni siquiera lo sea...

Dijiste que esa persona simplemente, se alejó. Sola. De a poco, pero sola.

Creo que traté todo este tiempo de bloquear eso. Y si finalmente tenías razón? Si solamente en esa frase, en esa actitud tenías toda la puta razón?

Si tan solo aún estuvieras a mi lado, lo sabría y te pediría que me dijeras la verdad, que no me mintieras, que solamente quiero la verdad porque quiero saber, quiero saber, NECESITO SABER!

Porque parece que tenías razón. Y no quiero que tengas razón.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Cuatro Hojas


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Estaba oscuro y no quería confesartelo. Hasta que me decidí a que no sacaba nada con ocultártelo, de igual forma lo sabrías. Me dijiste la frase más bonita que nadie, absolutamente nadie me ha dicho y me dirá jamás:

Qué lindo. Eres como un trébol de cuatro hojas...

Me lo dijiste con tal delicadeza y ternura, pero sobre todo sinceridad, que no pude si no mirarte y ver que tu reacción fue la mejor que hubiese esperado. Y me abrazaste. Y la noche se puso más oscura. Muy oscura.

Me dijiste las frases más bonitas, me trataste como ninguna, me consolaste como nadie, me quisiste más que nadie. Cómo no olvidarte, si nadie en lo absoluto ha llegado siquiera a decirme cosas parecidas.

Creo que ni a sentir lo mismo. Ja. De eso estoy seguro.

Al final, siempre es mejor recordar de las personas lo más bonito. Y lo más bonito de ti, es lo más hermoso que me ha pasado.

Hasta que...

sábado, 26 de diciembre de 2009

Tus Aros


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Me encantaba cuando te quitabas los aros. Lo hacías tan lentamente que me estremecía. Pienso que, de algún modo, sabía lo que se venía. Eso significaba que ibamos a estar juntos toda la tarde. Nosotros y nadie más. Una sensación que no he vuelto a sentir.

Al final lo único que me queda de ti es eso. Tus aros encima de mi velador, esperando el momento en el que te los podrías volver a poner. Y eso, era después de mucho rato, mucho, mucho rato...

Un día pensé regalarte unos. Y lo hice. Te gustaron tanto, nunca olvidaré ese día, porque fue casi perfecto. Si no fuera porque, finalmente e igual que siempre, terminamos discutiendo un poco. Pero nada que horas por teléfono no solucionara. Y nada que no solucionaran esos aros.

Recuerdo que tenían motivos bien hippientos. De hecho, tenía esos "ojos de la suerte" que son azules, no cacho cómo se llaman. Me preguntaste que "qué significaban". Te dije que iba a preguntarle a alguien que de seguro sabía, que de todas formas eran de buena suerte y daban buenas vibras. Saltaste de alegría. Y me besaste. Ya eran tuyos.

Nunca alcancé a verte con ellos puestos, pero, sabes? Sé que algún día los usaste. Tal vez ahora los botaste o los tienes guardados, o los regalaste. Pero te imagino con ellos puestos, besándome tiernamente y dejándolos en el velador...

Hasta el día de hoy.