miércoles, 30 de julio de 2008
Furtivo
Parece ser que las cosas no pueden estar más neutrales. En el sentido de que no pasa nada, absolutamente nada novedoso ni trascendental. Tampoco suceden cosas que deseo con toda el alma (porque tengo deseos y cosas que me gustaría cumplir, pero no las demuestro) y menos veo que valga la pena ningún esfuerzo.
Por eso dejé de esforzarme. Es algo simple si lo vemos así: dejé de imaginar. Ya no pienso en nada más que vivir el día lo más decentemente y si algo altera eso se me desordena la psiquis. Aunque no necesariamente. Porque puede pasar también que justo algo que quieres sucede inesperadamente... y como ese no es el caso, no puedo decir mucho...
Cuando me refiero a dejar de soñar me refiero a dejar de soñar despierto. Eso es. Soñar despierto. Imaginar cosas que no pasarán. Es que sencillamente no pasarán! Pero los sueños a la hora de acostarse... esos siguen vividos, pero a la vez furtivos...
Soñé algo que me dejó con ganas de que fuera verdad. Y me extrañó porque, de hecho el sueño era bastante realista. Pero como la mayoría de las cosas "imposibles" para que aquello se cumpla se necesitan dos. Y 2 significa 2...
Eso no significa que no estuviera un buen rato imaginándome si se cumpliese ese sueño... o sea, me salí del orden establecido... mal. Me dolió la cabeza todo ese día.
Así que opté por seguir en modo neutro hasta que venga alguien y lo cambie a modo de acción. Porque yo, por ahora, me cansé de tomar la iniciativa. Por ahora.
jueves, 24 de julio de 2008
Desmotivación ascendente
Vaya que me costó darme cuenta. Hasta que llega el punto en que te das cuenta de que cada mañana te levantas y lo haces por inercia o hasta el instante en que ves que realizas una tarea y ni te das cuenta que ya la terminaste... eso quiere decir que te has convertido en un robot...
Eso me pasó hace dos semanas. Estaba haciendo un informe para la universidad, cuando de pronto me di cuenta que habían pasado 5 horas y ya lo había terminado, con todos los puntos necesarios para considerarlo un buen informe final... y no me di cuenta, ni siquiera el MSN me interrumpió (hace tiempo que me conecto por inercia también, de hecho, pocas veces he hablado por MSN con alguien en el último tiempo) ni nada, todo se dio de manera fluida.
Eso me hizo dar cuenta de dos cosas... una, que no tengo motivación alguna para hacer nada, dos, que hago las cosas porque no tengo otras mejores que hacer y por consiguiente las hago bien igual y tres... que lo hago por hacerlo solamente...
Estoy metido en un par de proyectos, pero no son por realización personal, todo lo contrario, son por estar en algo, nada más... por hacer notar que sigo vivo y sigo haciendo cosas... que existo, pero si fuera por mi, si realmente fuera por mi, no haría absolutamente nada y me quedaría inerte tirado por ahí en mi pieza...
Lo hago para sentir que existo, nada más... pero no porque me guste... escribo porque sé que puedo, diserto en clases porque sé que puedo, organizo un evento porque relleno tiempo con eso, ayudo en otros proyectos porque me caen bien esas personas y nada más... vaya, qué mal...!
Hace dos años, cuando tenía más planes en mente, era todo mejor, creo. Ahora, que no tengo ninguno, absolutamente ninguno y estoy metido en tantas cosas no me siento para nada realizado... entonces, ¿qué carajos quiero realmente?, ¿qué busco entonces con todo esto?...
Un paréntesis, eso quiero. Si no puedo tener lo que realmente deseo, lo que realmente aprecio, lo que realmente sueño, entonces me conformaré con tomar trabajos temporales hasta lograr esos sueños escondidos... si no es así y jamás pasa tal cosa, por lo menos no me puedo quejar de pasar por flojo, porque eso es lo que menos hago... descansar, ni mental ni sentimentalmente...
Lo peor es que me estoy emepzando a acostumbrar... y eso no me gusta para nada... mmm...
viernes, 18 de julio de 2008
Arkham
Cuando entré allí fue hace tiempo. Deseaba conocer tal lugar, porque me habían dicho que era tenebroso, frío, oscuro... pero a la vez era inevitable sentirte en casa. Su entrada se encontraba en penumbras, como una casa abandonada... mejor dicho, una mansión abandonada. Me recibió el más cuerdo de todos. Creo que era el más cuerdo de todos.
Le dije que hacía frío dentro. Me dijo que me acostumbrara... que era mejor que allá afuera... de hecho, era igual que allá afuera. Sólo que más acogedor. Y rió, se rió muy fuerte, muy fuerte... jajajajajajAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJajajajajajaja...!!!!!!!!!!!! daba miedo, pero también era gracioso. De verdad era gracioso.
Caminé por sus pasillos. Me encontré con más parecidos a él. Me miraban temerosos, pero con una extraña aura como si me conociesen. Como si me pidieran quedarme para siempre allí. Como si me dijeran... "qué bueno que volviste!"
Seguí recorriendo esos pasillos. Estaban llenos de enredaderas que apretaban cuan pitón asesina a sus pilares. Traté de tocarlas, pero no me dejaron. Con suerte me dejaban avanzar. El mismo tipo que me recibió comenzó a gritarme cosas. En realidad para él era una conversación totalmente normal. Me decía que había tenido un mal día... que por eso estaba aquí...
Pensé en todos los malos días que he tenido... practicamente hace más de un año que todos mis días son malos. Seguí avanzando hasta donde se encontraban aquellos que estaban por "temporadas" allí... su mirada era dopada... era nula, era de obediencia... no tenían voluntad propia. Otros reían y conversaban muy normalmente. Salvo algunos gritos de alegría un poco exagerados se veían normales y hasta simpáticos. Había de todo...
Deseaba hacerme el test de Rorscharch, mientras iba caminando por lo menos... y me dijeron que sí. Sólo vi murciélagos, caderas, y avispas carnívoras en sus dibujos y manchas. No quise decirlo. Sólo lo pensé y guardé las cartas.
Avancé por todos los rincones, y todos me observaban dándome la bienvenida, todos sabían que ese era mi lugar. Me movía con la energía que me daba la sanidad perdida. Quise sentarme y me relajé un rato. Un tipo me conversó sobre su gusto por las muñecas, sobre todo las vivas. Otro sobre su gusto por dar vueltas y vueltas y vueltas... la cabeza de sus víctimas... Otro finalmente, me dijo lo difícil que era levantar la taza de café luego de tener tan cortados los brazos. Así que decidió que era más cómodo cortarse el cuello. Salpicones de sangre en mi cara... nada nuevo...
Me levanté y decidí dar por terminado mi paseo. Salí y me encaminó el mismo tipo del principio. Me dijo que volviera cuando quisiera, que mi pieza me estaría esperando. Reí diciéndole que qué pieza... después de tres meses internado, no recuerdas nada...?, me dice. Me toco mi crecida barba, toco las cicatrices de mi rostro, las lágrimas secas en mis mejillas y me río... me río mucho y cada vez más fuerte... jajajajajajAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJajajajajajaja...!!!!!!!!!!!!
miércoles, 16 de julio de 2008
Lo uno o lo otro
Hoy vi un capítulo de una serie, el cual se trataba de una niñita que estaba "enamorada" de su vecino de al lado. Vivían pegados, o sea, las ventanas de sus cuartos estaban juntas la una y la otra. El asunto es que ella lo cuidaba como amiga, pero sentía alguna atracción por él.
El tipo este andaba con una chica, pero las intenciones de la misma no eran buenas con él y sólo quería jugar con sus sentimientos. Eso su vecina enamorada lo sabía. Quería cuidarlo, pero también ayudarlo. De hecho, un día le prestó su pieza para que el chico pudiese acostarse con su pareja. A ese nivel.
Al final, el niño se entera de la clase de mujer con la que estaba y se va a pasar las penas con su amiga. Esta se acuesta con él. Pero no lo hace por amor o por consolidar lo que sentía por él, lo hace, según ella misma dice, para "consolarle"...
Ella no quiere que esa relación de amistad tan especial que tenían, se acabará. Pensaba que al pasar de la amistad al amor de pareja todo se iría al carajo, porque el amor de pareja tiene fecha de vencimiento, pero la amistad puede durar para siempre. Estaba convencida de aquello. Tanto así, que se da cuenta de su error al haberse acostado con él...
Así que decide no verlo por un tiempo, no hablarle, no tomarlo en cuenta. Pero él la busca, le golpetea su ventana y ella le dice que no desea hablar con él, que no quiere que se repita lo que sucedió ese día. Él le dice que desea hablar con ella, que después de lo que pasó ha pensado en ella y que la quiere... pero desea hablar...
Ella le dice que no. Que no, que no!!!... que no se acerque... él igual se acerca. Se pasa de su ventana a la de ella o por lo menos lo intenta. Ella cierra su ventana de sopetón y él cae... ella la abre rápidamente... se mató. El chico muere... ella se despedaza de dolor...
Es tanto que de hecho se termina cambiando de casa... y sigue sufriendo... llora al pensar que nunca más volverá a verlo...
Lo que te deja la serie es raro. Ya que, si alguien te gusta, rechazarlo de esa manera es incomprensible, comenzar algo de a poco hubiese sido lo correcto. O no ayudarlo a que usara tu pieza para tener sexo con otra persona que no seas tú! Una cosa es amar y otra... es sacrificarte a un punto de inflexión como ese...
Así que me deja la duda... ¿estaba enamorada o sólo temerosa de quedarse sola?
La verdad, no sé... hay momentos que la diferencia entre el miedo a estar solo y el amor se confunden a tal grado que la vida te transforma en un ser triste y melancólico sin razón aparente... Esto a mi también a veces, me confunde...
lunes, 14 de julio de 2008
Temores
No puede volver a pasar. De verdad que no. No puede ser que me esconda, arranque, no exista. No sé qué sucede... es tiempo maldita sea, es tiempo. Pero no puedo dejar de hacerlo... Entrar y salir, huir de ahí es lo único que sé hacer.
Aquel día llegué de improviso, no pude evitarlo, salí, no miré nada. Luego decidí volver y tampoco dije nada. No pude decir nada, ni siquiera miré. Mierda, no pude mirar... pero algo divisé... una mirada, entre pena, nervios, no saber qué hacer, lástima. Es la misma mirada que me hizo regresar...
Tenía tanto miedo, tanto temor, que sólo necesitaba... necesitaba lo mismo de lo que estaba huyendo. Lo necesitaba, pero no sé, no sé. Sólo quería acercarme, no arrancar... pero soy un cobarde que ni siquiera se atreve a ser sí mismo y vive de la lástima. De esa que le queda guardada en su interior. De esa que le dieron y que cubrieron como cariño.
Quise decir algo, pero a penas se escuchaba mi voz, mierda, tanto deseaba decir algo y no se escuchó, mi puta voz se desvanecía y quería que me dijera algo que todo volviera a ser como antes, sin escapar más, no puedo más, lo siento..., no me escuchó.
Perdoname, no quise esto, no quería llegar al extremo, pero no puedo seguir escapando, huyendo sin sentido hacua la nada. No tiene sentido alguno todo esto, no tiene pies ni cabeza. Lo sé y no hago nada, porque me acostumbré... a no mirar, a no existir, a ser un fantasma de lo que alguna vez se llamó persona...
Escapé de mi temor... ese temor que es el de enfrentar la realidad, esta porquería de realidad...
Aquel día llegué de improviso, no pude evitarlo, salí, no miré nada. Luego decidí volver y tampoco dije nada. No pude decir nada, ni siquiera miré. Mierda, no pude mirar... pero algo divisé... una mirada, entre pena, nervios, no saber qué hacer, lástima. Es la misma mirada que me hizo regresar...
Tenía tanto miedo, tanto temor, que sólo necesitaba... necesitaba lo mismo de lo que estaba huyendo. Lo necesitaba, pero no sé, no sé. Sólo quería acercarme, no arrancar... pero soy un cobarde que ni siquiera se atreve a ser sí mismo y vive de la lástima. De esa que le queda guardada en su interior. De esa que le dieron y que cubrieron como cariño.
Quise decir algo, pero a penas se escuchaba mi voz, mierda, tanto deseaba decir algo y no se escuchó, mi puta voz se desvanecía y quería que me dijera algo que todo volviera a ser como antes, sin escapar más, no puedo más, lo siento..., no me escuchó.
Perdoname, no quise esto, no quería llegar al extremo, pero no puedo seguir escapando, huyendo sin sentido hacua la nada. No tiene sentido alguno todo esto, no tiene pies ni cabeza. Lo sé y no hago nada, porque me acostumbré... a no mirar, a no existir, a ser un fantasma de lo que alguna vez se llamó persona...
Escapé de mi temor... ese temor que es el de enfrentar la realidad, esta porquería de realidad...
sábado, 12 de julio de 2008
Doomsday
El otro día me puse a ver Superman/Doomsday, que es la peli que recopila más o menos la muerte que tuvo este personaje años atrás...
En la misma sale como lo matan y qué sucede en un mundo sin este super héroe... en fin, la cosa es que me puse a pensar (en mis tardes de ocio y egoísmo) cómo sería un mundo sin mi. Bueno, no es que me compare con Super (aunque una vez me compararon, bueno, fue chistoso y a la vez irónico así que no daré detalles de esa experiencia) sino que me puse a pensar como serían las cosas sin mi en este planeta... y llegué a lo siguiente...:
En primera instancia mi familia se haría pebre. Seguramente. Lo más probable. Serían los que sufrirían más, dependiendo de las razones de la muerte. Eso por una parte... ahora, por otra claramente no tengo idea. Simple...
1ero, no sé si mis cercanos externos se enterarían a tiempo de mi deceso, por consiguiente no puedo adivinar su reacción. No, en serio, no sé que pasaría en ese caso. Nadie me "necesita" tanto como Lois necesita a Super. Así que supongo que les daría pena un tiempo y luego, ni se acordarían, no tienen porqué tampoco...
Sigamos con mis amigos/conocidos. En mi cole harían una especie de minuto de silencio. Era medio pop ahí y todos los profes me conocen y además era cole católico, así que más razón... si se enteran, claro... un par de amigos de muchos años lo lamentarían bastante... y los compañeros de U que tengo, no sé... depende de las razones de la muerte como se lo tomen... no los veo capaces de ir a mi funeral... salvo a dos o tres... si incluyo la representación de la carrera por tal hecho si es que debe haberla.
Luego del funeral respectivo, las palabras de rigor de un par de personas (de seguro mi bro y un par de amigos cercanos que hayan ido) me enterrarán y listo. Todos se irán y esto seguirá pasando:
Amigos y conocidos por último me recordarán como si me hubiese ido de viaje y nada más, como suele ocurrir en este tipo de casos... nada más trasendente. Y eso sería. No habrá grandes cambios ni nada parecido. Ni intentarán hacer clones de mi para revivir lo que fui (fantasioso ¬¬).
Eso sería. Y eso les pasa a todos. Naces, te desarrollas y cuando mueres, es en ese momento que debes demostrar qué fuiste en este mundo... no sólo con tus actos sino que con quienes te rodean. Si no lo hiciste, será una verdadera lástima el morir...
No es que crea que no importe como persona, si no que tampoco creo que dé para tanto. Muertes se dan todos los días. Y no tengo a nadie que dependa actualmente de mi. De todas formas, no soy Superman ni nunca lo seré...
jueves, 10 de julio de 2008
Un niñito [Cuento]
Había una vez un niñito muy jugetón y alegre. Este niñito no hacía nada más que alegrar la vida de quienes lo rodeaban y era muy simpático. Le gustaba experimentar situaciones nuevas, participaba en diversas cosas y siempre se encontraba motivado...
Así pasaron los años y el niñito se llenaba de amigos y gente que lo quería y respetaba. Hasta que un día conoció a una niñita muy linda y parecida a él. Como el niñito tenía facilidad para relacionarse con las personas le comenzó a conversar. La niñita se reía mucho con lo que le conversaba el niñito y se notaba que se podían empezar a llevar bien. Así fue y se hicieron amiguitos...
Pasó un poco de tiempo y estos niñitos se empezaron a ver muy seguido. Casi todos los días, por no decir que siempre. Conversaban mucho, se reían y la pasaban bien. Les gustaba saber el uno del otro, lo que era nuevo para ambos. Sin darse cuenta se gustaron...
Cuando el niñito se dio cuenta de eso, tuvo susto. La relación de amistad que tenían era genial y no había porque cambiar las cosas. La niñita de pronto se le comenzó a insinuar un poco, pero nada más allá. El niñito se puso más nervioso todavía, porque estaba confirmando sus sospechas....
Entonces el niñito se lo confesó. Y eso que lo pensó bastante. Y fue lindo para ambos, porque estuvieron juntos. Porque se querían y mucho, mucho, mucho... como ninguno de los dos se había imaginado. Pero como saben, cuando se llena un vaso con demasiada agua, éste se rebalsa...
Estos niñitos se pelearon. Al niñito le dolió mucho y a la niñita también. Ese cariño que se tenían, descubrieron de repente, que se podía transformar en odio en tan sólo segundos. Eso era lo que temía el niñito. Y pasó.
Se comenzaron a alejar. Nada era igual porque las cosas habían cambiado. Las peleas fueron constantes y, en definitiva, comenzaron a conocerse el uno al otro. Y esa relación tan linda murió...
La niñita nunca más le habló al niñito. De a poco se alejó de él. Antes conversaban y se juntaban siempre. Ahora, casi ni siquiera se cruzaban palabras. El niñito pensó en buscarla, pero se arrepintió. Así que, para evitar hacer y hacerse daño, se alejó pensando en que las cosas podían mejorar. Sin embargo, nunca más supo de ella...
Entonces el niñito cambió. Se volvió iracundo y solitario. Triste. Se reía de manera vacía. Todo no tenía fondo para él. Se apagó...
No pasó mucho tiempo y el niñito supo que lo mejor de todo era que había aprendido algo. Así que de ahí en adelante, el niñito decidió volver a ser el de antes, porque esa era su misión en este mundo y continuó siendo alegre aunque el dolor aún no se borre de su alma... porque siempre será el niñito más alegre que haya conocido en mi vida...
martes, 8 de julio de 2008
¿Porqué siempre así?
Hace unos 3 años se me ocurrió la gran idea de hacer un Blog. Lo hice porque encontraba medio rasca los Flogs (cosa que igual me hice... xD) y no tenía Internet pero quería tener algo mío. Las primeras cosas que escribí eran bien raras, escribía sobre Historia Universal y cosas así. En serio. Es cosa de revisar. Claro, que entre medio (lo que lo hacía aún más raro) escribía cosas de mi parecer... pero eran bien pocas y ocasionales. La mejor de todas, era "El Gusto de las Mujeres". Todavía me encuentro la razón de lo que puse ahí.
Pocas entradas y lo dejé tirado. Así quedó, bien botado. Luego me dediqué al copy/paste. Veía algo interesante y lo ponía y listo, con eso bastaba. Hasta que un día alguien lo leyó. No recuerdo bien porqué lo pilló en realidad, no me acuerdo mucho. Y me posteó en casi todas las entradas que llevaba. Sí, en casi todas. Fue el año pasado y me dijo: "sigue escribiendo poh!". Así más o menos comenzó la constancia.
Luego de ciertas situaciones X el vuelco que tomó este lugar fue de 180º. Pasó de ser un Blog a un verdadero diario de sentimientos y cosas así. Casi pasó a ser un sector de reclamos. En resumidas cuentas me puse a decir lo que no decía normalmente al exterior, dirigidos a veces ala alguien/es, otras no. No me preocupaba que los que me conocían lo leyesen porque los que me conocen no leen este Blog. No lo leen, no lo conocen y no lo visitan, lo que facilita las cosas. Igual hay un par (sólo dos con suerte, creo) de excepciones, pero nada más. Aunque yo ponga una señalética en la Alameda de mi Blog mis conocidos no lo leerán, lo que hace bastante especial este medio.
Fuera de eso, llegué a un punto sin retorno, como dicen por ahí. Un punto en el cual sólo escribo cosas tristes, oscuras, "la vida es negra", penosas... nada alegre. Como si nada bueno me pasara, lo cual es practicamente imposible que sea así, mal que mal a todos nos pasan cosas buenas alguna vez. Pero no las digo, ni las escribo... mal, ¿no crees...?
Siempre es así porque acá no finjo nada. Debería comenzar a hacerlo, porque leyendo todo y haciendo un resumen, estoy mal, muy mal. Me da pena eso, porque en definitiva no puedo poner nada bueno acá... nada... porque no lo siento. Lástima.
Me gustaría volver a escribir tonteras, entradas copiadas de Wikipedia, pero no esto, pero creo que no puedo. Hasta el día en que ponga que estoy bien dejaré este lugar. Antes no. Qué mal reconocer esto, no sé, creo que no me queda otra que aceptarlo...
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