domingo, 8 de junio de 2008

Encerrado


Las personas que te quieren usualmente se preocupan por uno. De diferentes formas, pero lo hacen. Eso es bueno, claro, ya que te ayuda a no sentirte solo y estar apoyado en tus momentos bajos. Pero muchas veces (tonto el ser humano, pero es así) uno mismo se aisla. Yo mismo lo hago constantemente, así que no es novedad.

Comienzas a encerrarte en ti mismo, porque sientes que eres un peso para las otras personas que te rodean y no quieres que se preocupen y un extenso etc. que no acaba nunca. Y deseas estar solo y no molestar a nadie. Y lloras y la sufres, pero calladito, que nadie se dé cuenta.

¿Qué sacas de todo eso? Duele más, cierto?... el pecho duele más, la pena duele más, la soledad duele más, pero lo haces por los demás, por los demás... en realidad lo haces por ti mismo, porque te gusta que duela, te gusta que sea penoso, porque sabes que tu problema no es nada comparado con los del resto, ya que te agrada que te duela tanto y estar solo, solo, solo...

Me ha pasada tantas veces como te pude pasar a ti. Así que, en definitiva, sé de qué hablo. A uno le encanta sentirse así, encerrarse en sí mismo y no confiar en nadie...

Es un arma de doble filo. Se sufre más así y te puede agradar, pero después... si hay alguien a tu lado que te quiere bien, no te alejes. Acercate. Porque a la larga, duele demasiado auto-sentirte solo... demasiado... aunque sea tentador.

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