Esos gestos que uno no sabe si llegan a ser tan sinceros como se ven. Pero, se agradecen. Me subieron el ánimo, me acompañaron y me blindaron.
Por eso, por algo que realmente no esperaba: de esas cosas que te hacen pensar que los seres humanos pueden llegar a ser mejores, pero más que nada, de que sigo valiendo más de lo que pienso.
Y eso, es impagable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario