Tuve un sueño tan real, que deseo fervientemente que algún día pase. Pero más allá de cómo fue, es lo que fue. Lo contaré a riesgo de todo porque a estas alturas, ya no es importante. Fue tan claro, que no me sorprende siquiera recordarlo tan claramente.
Estaba en un cine. No estaba solo, estaba con…………… Notaba un ambiente forzado, tal vez, ninguno de los dos deseaba estar ahí realmente. Trataba de entablar una conversación, pero no estaba tranquilo. Ella, no hablaba. O si hablaba, estaba extrañamente serena. Seguíamos esperando la peli. Comerciales, ambos comíamos (yo no suelo comer en el cine), pero…………., sé que le gustaba. De pronto, la sala de cine cambia, se agranda, se amplía, la luz es mejor. Ella se da vuelta: terminemos con esto.
Me dice que todo debe estar superado, pero que todo lo bueno queda en la mente. Que al final, no merezco sufrir. Llega, de repente, sentada atrás……….., y se acerca. Dice, “este hombre no aprende”, con ansias de sacarme de ahí. Entonces, de la forma más amorosa en que te haya visto,……………….., tú sacas un sobre y la miras. Le asientes. De ahí, sacas una foto y una carta, las metes en el sobre y me lo pasas. “Cuando las leas, comprenderás todo”. Y me miraste de una forma muy amorosa. Entonces…………………, me saca de ahí. Y despierto.
Juro que entendí lo que me quiso decir todo esto.
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