jueves, 18 de octubre de 2018

Sin Dormir

Una noche sin dormir. Literalmente. No poder conciliar el sueño, debe ser una de las peores situaciones que existen. Desesperante, diría. Agobiante, de todas formas.

Al otro día, tu cuerpo se siente sin descanso, no responde igual, tú no hablas igual, no piensas igual, no hilas las ideas como siempre. Es desesperante. Dan ganas de no vivir más.

¿Exagero?

Lo más probable, es que sí. Pero, cuando el no dormir va de la mano con la angustia, con el límite entre el pánico y la desesperanza, créeme que va más allá de una simple noche en vela.

Pero, antes de "despertar", media hora antes de levantarme, tuve un sueño. Sí, hoy dormí media hora (que para el caso, es lo mismo... supongo). Y ese sueño fue muy tierno, y casi despierto llorando.

Mi corazón no está dando más... algo me carcome y no sé qué es.

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