martes, 24 de mayo de 2011

Sin Depresión

Todo este tiempo, he aprendido que no solamente la pena o cosas que te dañan pueden provocarte cuadros depresivos. También la gente que te rodea puede hacerlo. Si en vez de apoyarte, lo único que hacen es crearte más problemas, qué más te queda?

Sí. A veces, los sentimientos te jueguen en contra y pueden arruinar relaciones. Pero, porqué deben ser dolorosas, forzadas, estresantes? No tienen porqué serlo, no crees?

Me he sanado de tantas cosas, que aunque duela, una más no me hizo mal. Creo en que la estabilidad está en quererse, respetarse tal cual se es y mirar: qué haz logrado luego de estos años? Mucha gente se va, voluntariamente, pero otra comienza a llegar, me estoy rodeando de buenas personas y BUENAS VIBRAS después de todo?

Eso creo. Eso quiero creer. Está bien, así pasan los años y uno aprende, sé que en algún rincón hay alguien que piensa y siente como yo, la conoceré y todo será totalmente perfecto, es cosa de seguir adelante y no fallar... no fallarse a sí mismo.

Si leiste este lugar y pensaste en lo triste que estabas, que te identificabas, que pensabas que hablaba de ti como si te conociera, tal vez sí sea así: pero dentro de mi corazón me siento más fuerte y dispuesto a seguir viviendo que nunca, qué esperas entonces para ser así también?

25 años no pasan en vano. Estoy acá, vida, esperando que me sigas sorprendiendo, cosas buenas, malas, personas que me hacen bien, personas que me hacen daño (pero que sabré afrontar), etc... eso quiero.

Quieres estar a mi lado?, es sencillo, cierra los ojos y piensa en que eres mejor que un desamor, que un rechazo, que causar pena a alguien, que el "qué dirán", que la envidia, que la soledad, supera todo y sigue, sigue, porque siempre habrá un mañana esperando, aunque hayan altibajos, así es esto, así es cuando evolucionas y das un paso más.

Si sonreiste leyendo esto, entonces, me doy por pagado haber escrito tanto tiempo mis sentimientos sinceros en este lugar.

viernes, 13 de mayo de 2011

Comprendí perfectamente

Tuve un sueño tan real, que deseo fervientemente que algún día pase. Pero más allá de cómo fue, es lo que fue. Lo contaré a riesgo de todo porque a estas alturas, ya no es importante. Fue tan claro, que no me sorprende siquiera recordarlo tan claramente.

Estaba en un cine. No estaba solo, estaba con…………… Notaba un ambiente forzado, tal vez, ninguno de los dos deseaba estar ahí realmente. Trataba de entablar una conversación, pero no estaba tranquilo. Ella, no hablaba. O si hablaba, estaba extrañamente serena. Seguíamos esperando la peli. Comerciales, ambos comíamos (yo no suelo comer en el cine), pero…………., sé que le gustaba. De pronto, la sala de cine cambia, se agranda, se amplía, la luz es mejor. Ella se da vuelta: terminemos con esto.

Me dice que todo debe estar superado, pero que todo lo bueno queda en la mente. Que al final, no merezco sufrir. Llega, de repente, sentada atrás……….., y se acerca. Dice, “este hombre no aprende”, con ansias de sacarme de ahí. Entonces, de la forma más amorosa en que te haya visto,……………….., tú sacas un sobre y la miras. Le asientes. De ahí, sacas una foto y una carta, las metes en el sobre y me lo pasas. “Cuando las leas, comprenderás todo”. Y me miraste de una forma muy amorosa. Entonces…………………, me saca de ahí. Y despierto.

Juro que entendí lo que me quiso decir todo esto.