martes, 22 de marzo de 2011

Sospechas ciertas.

Al final, era como esperé: Ella me generaba desconfianza, de un tiempo a esta parte, me generaba desconfianza. Y era cierto. Un par de dimes y diretes, me hicieron darme cuenta del tipo de persona que era, nunca quiso conocerme, no lo hizo realmente. Se acercaba a mi, solamente para, no sé, querer cosas no lo sé. Y las obtuvo, tontamente, pero las tuvo.

No debí confiar tanto, aunque quizás eso ya no exista. Al final me di cuenta de que era efectivo ese sentir de que hablaba con alguien que no tenía sentimientos o, realmente, no deseaba tenerlos. Los reprime. Los rechaza. No sé, era rara. Pero también finalmente, mostró la verdad y se fue.

Igual, está bien lejos donde está. Hubiese preferido equivocarme, pero estas cosas pasan. Es mejor a la larga, así las desilusiones te las llevas antes de pasar más años de engaños y cinismos.

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