domingo, 20 de marzo de 2011

Se fue todo al carajo, de repente

Era cosa de volver de donde me encontraba. Estaba todo bien, desde ahí. Todo estaba tan bien. Pero cuando volví, todo comenzó a desmoronarse. Es extraño, súper extraño.

Problemas con amistades que tal vez ni vuelvan (cosas que te sorprenderían que lograran alejar a las personas), cada vez más responsabilidades en el trabajo, pero sin la valoración correspondiente (aunque la merezcas), inesperados giros en la familia y un montón de etc...

Demasiadas cosas que en a penas un mes, terminaron por sepultar esa esperanza que podría tener sobre cosas mejores... aunque aún sigue ahí. Fingo, con otra cara, que esas cosas no están pasando, que nada de esto está pasando y sigo adelante... porque no tengo con qué seguir.

Estoy solo en esto esta vez...

Porque, qué saco buscando, qué saco volviendo atrás?, nada. Ahora, nada. Me gustaría que las cosas se arreglaran no solamente porque yo lo quiero, si no que también porque otros quieren estar bien conmigo.

Quisiera estabilizarme de tal forma que ningún problema afectara a la familia (lo más importante al final del día) y ayudarlos, apoyarlos y estar ahí.

Que el trabajo estuviera mejor, exigir lo que debe ser justo, lo que realmente merezco y ver nuevos horizontes, que tal vez ni siquiera se encuentran en estos lares...

Es así como todo se fue al carajo, pero, no tan así. Tal vez todas sean oportunidades, dejar de lado problemas, superar otros y crecer. He allí la oportunidad, aunque nadie lo sepa ni a nadie se lo cuente porque, sabes?, ya no hablo de mis problemas con nadie. Ni contigo.

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