viernes, 18 de febrero de 2011

A veces me la imagino...

... en un parque a mi lado, abrazados. Es ahí donde le confieso todo. Generalmente huye,,ella, temerosa, odiándome, queriendo no haberme conocido jamás... sabiendo que no puede ser.

Entonces, asumo finalmente que no hay vuelta atrás y que esto no debería jamás haber sido siquiera y me alejo, me alejan, me apartan de su lado, de sus vidas, de sus problemas, de sus sentimientos, de su corazón...

Sólo por querer demasiado... es el castigo que debo portar...

Es ahí, cuando despierto de mi sueño, de mi verdadera ilusión que mi cabeza transformó en realidad... y me apena saber que así será... sólo lástima y compasión pueden ablandar el resultado: pero nada más.

Dime que no me dejarás nunca...

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