martes, 20 de julio de 2010

Año y Medio


Estaba en un momento en que no tomaba decisiones porque las deseara. Eran decisiones desesperadas, eran decisiones evasivas, desde salir, conocer gente, hablar, llorar, sentirme vacío... hasta encontrar trabajo.

Todo eso estaba en una gran olla que no se decidía por nada ni nadie. Yo no me importaba. Así que, lamentablemente, tomé decisiones más que nada por inercia. En muchas me equivoqué (aunque no por eso me arrepiento), en otras... a la larga, creo que tomé la orientación correcta.

Llevo un año y medio de tomar una decisión que la hice, más que nada, para escapar de la soledad, el dolor, la pena, la rabia y el odio a mi mismo. No pensé que pasaría tanto tiempo y que encontraría el beneficio a todo esto. Mi vida finalmente cambió, algunos aspectos que nunca hubiese querido que fueran diferentes ahora lo son y... bueno...

Ahora sí soy alguien.

Obviamente no solamente han sido cosas buenas. Alejamientos, olvido, decepciones... esas cosas pasan también y más aún en un año y medio. Eso sería lo malo. Porque, a pesar de todo, había hecho buenas compañías... buenos sentimientos.

Pero el tiempo pasa. Y no en vano.

Año y medio y qué más queda?, esperar que de ahora en adelante las decisiones sean realmente de corazón y creer. Solamente creer.

No es tan difícil, aunque solamente seas tú y el mundo...

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