viernes, 9 de octubre de 2009

Rincones Universitarios


Caminaba en la noche por la universidad. Se me hizo tarde y no pude ver una presentación a la que me habían invitado. Así que, decidí volver a mi casa. Y caminé por esos mismos rincones, que recorrí solo, acompañado, bien acompañado, malditamente acompañado.

Vi esa plaza. Esos bancos. Esos pastos. Esa sala. Esa calle. E imaginé quienes iban en ellos. Y estaba yo y...

No tengo excusa para recordar tales situaciones más que la soledad. Esa que embarga el alma, pero que comienza a ser tan necesaria que finalmente, sólo te quedas con el recuerdo de esas personas o situaciones o, en este caso, lugares.

Y miré hacia el cielo tratando de olvidar. Hasta que di la vuelta, miré la puerta de esa sala y vi, más claro que nunca, como nos íbamos secretamente hacia otro lugar a querernos como tanto esperábamos... y nos íbamos separados y luego, en esa calle, frente a esos departamentos, nos tomamos de la mano y no nos soltamos nunca más toda esa tarde, hasta la noche en que estuvimos juntos...

Juntos...

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