miércoles, 29 de julio de 2009

No, porqué...?


No quería saberlo así. Ni enterarme de esa forma. Ni que me lo contara ella. Ni que lo supiera. No debí. Me partió el alma, me la pulverizo y el corazón... ese de lo que queda es tan poco, que ya nada puede destrozarlo más.

No quería saber eso.

¿Cómo supo algo así? No lo creo, no lo concibo... en realidad, no lo QUIERO creer, no lo puedo creer, no puede ser, por favor, dime que no es cierto, que alguien me lo diga!!!

Por favor. Alguien.

Y, como siempre, termino llorando por ti y no tienes idea y lo hago por la decepción, por el dolor de la decepción, porque todo lo que creí algún día, lo que pensé se derrumbó. No tengo porqué no creer, menos viniendo de ella... no me mentiría con eso.

Cierto?

Otra vez terminé mal por ti, ahora, por decepción. No puedo creer a lo que uno es capaz de llegar... estoy destrozado, otra vez.

Destrozado y solo. Pero al menos, sé la verdad... la puta verdad.

domingo, 26 de julio de 2009

Esas palabras


Una vez nos enojamos, como tantas. De todos modos, pensé, que se solucionaría, como tantas. Así fue. Me llamaste tarde y me dijiste que lo sentías. Que todo lo que había pasado era solamente porque te preocupabas por mi. Y me dijiste lo que me mató.

"Si a ti te muerde un perro, a mi me muerde un perro... lo que te pase a ti, me pasa a mi y me duele a mi, por eso me preocupo"

Sabes que eso fue lo que me dejó así. Lo que me hace recordarte y lo que me da nostalgia.

Pero no te preocupes. Es solamente nostalgia. Nada más que simple y dolorosa... nostalgia.

viernes, 24 de julio de 2009

Resfriado

Justo ahora me acuerdo de ti. Tanto. Te necesito acá, al lado mío. Me duele la cabeza, me duele mucho. Y me acuerdo inevitablemente, de cuando más te necesité y no estuviste, como ahora. Aunque, ahora, tiene mucho más sentido que no estés. Pero esa vez... esa vez, no.

Estoy solo. No quiero estar así, solo y enfermo. Resfriado. Y solo. Como esa vez, solamente que sin el sufrir. Sin la incertidumbre de qué pasaba entre nosotros. No me gusta recordarlo, pero es tan fuerte en mi memoria cada momento contigo, tanto...

Me gustaría que me abrazaras. Y me dijeras que todo saldrá bien. No hay nada bien. Hace mucho tiempo que NADA está bien...

miércoles, 22 de julio de 2009

Prozac - Cap 15


Estaba apretando fuertemente su cuello. Sin darme cuenta, comenzaba a cerrar sus ojos lentamente. Esos ojos que alguna vez miré tan fijamente, mientras la follaba. Adentro. Afuera. Adentro. Afuera. Los entrecerraba y le brillaban, de placer, gozo, amor. Esa vez, juro que detecté amor.

Así que lo metía más fuerte. Adentro. Afuera. Adentro. Afuera. Adentro...

Ahora, no estaba en medio de un polvo. Estaba ahorcándola de la forma más dolorosa posible, pero a la vez, la más silenciosa. Esa maricona se lo merecía, por puta. Por toda la mierda que me hizo pasar, por todo lo que me hizo y me sigue haciendo hasta el día de hoy...

-Te gusta calentarme, cierto? Te encanta ver como se me abulta el paquete, pero sabes qué? Eso se acaba hoy, AHORA. Todos estos años de mierda pensando "porqué", pensando en qué había pasado. Eras tú, después de todo, eras tú la desequilibrada, la enferma, la esquizofrénica, la bipolar, la fronteriza y toda esa mierda psiquiátrica que los doctores intentan meterte en la cabeza. Eres una puta que no sabe respetarse ni siquiera a sí misma y ahora, mirame, mirame fijamente perra concha de tu madre, que soy un reflejo de todo lo que fuiste, eres y serás siempre por los siglos de los siglos, amén...

Comenzaron incoherencias en mi mente. Era de suponerse. Estaba a punto de terminar con una vida humana y no me era agradable en lo absoluto. Pero ese era yo siendo persona, el yo siendo victimario, el yo siendo asesino. De pronto me dijo algo que estuve esperando cada vez que follaba a una mujer, cada vez que me cagaba a algún weon en la pega, cada vez que cometía una injusticia frente a la sociedad, cada vez que miraba fuera de la ventana esperando una llamada que fuera de...

-Perdón. Por favor, perdónameeee...

Y fue su último suspiro.

Estuve dos horas con la cabeza gacha y las manos temblando. Ella, solamente era una mancha en la cama del departamento y mi vida, era parte de esa mancha lo que me provocaba escalosfríos y espasmos cada 5 ó 7 minutos. Por primera vez en años, en muchos años, lloré. Como un niño pequeño que necesitaba un dulce.

Caminé, caminé y caminé hacia la ventana del loft y vi hacia el suelo. Entonces, me di cuenta, que aunque fuera capaz de matar, no llegaba al punto de eliminarme a mí mismo. Tomé mi BlackBerry Bold y llamé a mi secretaria. Fue como llamar a tu mejor amiga y que ella llegara de inmediato a ayudarte. Tu mejor amiga.

Me he puesto sentimental. Me han dado ganas de vomitar mi Alfombra Persa. Asco.

domingo, 19 de julio de 2009

Niña sola


En el ático de su casa, vivía una niña sola. Completamente sola. Con suerte, interactuaba con las personas que le vendían cosas para sobrevivir, como víveres y alimentos. Fuera de eso, nada más. Vivía completamente sola. Pero, no porque fuera mala o algo por el estilo. Era porque, simplemente, el destino así lo quiso.

Eso sí, siempre hablaba con un niño que la iba a ver a la ventana del ático de su casa, el cual se quedaba horas conversando con ella y consolándola. Porque la niñita sufría por estar siempre tan solita, no quería y le daba pena, pensaba que no era justo, que ella "algo" había hecho para estar así. Él la consolaba y le decía que era una preciosa persona y que si lo pensaba bien, no estaba tan sola. Pero ella insistía e insistía. El niñito solamente la escuchaba y la consolaba.

Eso pasaba a menudo y la niñita estaba acostumbrada a hablar con este niño. De hecho, le gustaba hablar con él. Siempre le decía cosas bonitas y además, conversaban muy a gusto. El niñito le insistía que no estaba sola cada vez que hablaban. Ella no se convencía.

Un día hablaron y el niño le dijo lo mismo que siempre le decía. Ella le gritó que estaba sola y así se iba a quedar y lloró... que porqué le decía esas cosas, que eran ilusiones vagas. El niñito la miró y le dijo que la quería ver bien porque su alma era maravillosa y que ojalá algún día ella fuera feliz. Salió por la ventana llorando y se fue. Nunca más volvió.

La niña lo esperó, lo esperó y nunca llegó. Y se dio cuenta que ahora SÍ estaba sola, que el niñito era su compañía más preciada y que lo quería, tanto como él a ella, pero que jamás, jamás se dio cuenta de todo el cariño, afecto y amor que le daba ese niñito día a día que la iba a ver.

Lloró, lloró tanto que murió de pena al darse cuenta que tuvo la oportunidad de ser feliz y que, a fin de cuentas, no estaba sola.

Había alguien que la quería como nadie en el mundo la iba a poder querer.

viernes, 17 de julio de 2009

Memorias de Nadie


Ayer recorrí esos pasillos que caminé junto a ti. Esa escalera en donde me besaste con pasión infantil y curiosa. Esa sala en donde te esperé para salir juntos y pasear. Ese asiento de aquella plaza en donde jugueteamos hasta besarnos, sin saber lo que pasaría después. Esos pasillos donde nos reíamos juntos.

No puedo olvidar las cosas, solamente las dejo de lado dentro de mi mente.

Es difícil vivir así, jamás olvido nada. Absolutamente nada que sea un recuerdo importante para mi. Nada.

Ayer vi esa estación en donde, abrazados, esperábamos el Metro luego de haber estado todo el día juntos. Vi ese perfume que es tu favorito en una tienda por departamento. Ese programa que se escuchaba de fondo cuando nos mandábamos mensajes en vacaciones de invierno y me confesaste tu inocente amor. Vi esa sala en donde te conocí.

Soy como un disco duro inagotable. Lleno de información, incluso la más dolorosa.

Ayer pasé por esos andenes en donde, llorando, me decías que te perdonara por ser así conmigo. Pasé por esos pastos en donde nos abrazamos por horas, consolándote. Ese rincón oculto de la Facultad donde me mostrabas tu verdadera alma.

Ayer pasé por ese lugar en donde discutimos sin razón. Esa calle por donde caminé cuando me enteré de tus mentiras. Ese pasillo frío en donde, lloviendo, me dijiste que nada entre nosotros podía ser. Ese barrial en donde me mandaste a la mierda.

Te recuerdo a ti y a ti y a cada una de ustedes, por siempre.

miércoles, 15 de julio de 2009

Has hecho un monstruo de mí


Termina este sufrimiento!

Haz hecho un monstruo de mí,
a través de todas tus retorcidas mentiras,
siempre he sido torturado por ti,
abandonado en las puertas de la muerte.

Hasta que dije "no má"s,
no miraré hacia atrás,
eres solamente un antiguo pesar mío,
y cuando quieras, sólo mira hacia atrás,
eres solamente un antiguo pesar mío...
Te borraré ahora!

Haz hecho un rock star de mi,
dándome esta vida retorcida,
pagando por tus torturas,
una vida que ahora aborrezco.

Y sigo diciendo "no más",
no miraré hacia atrás,
eres solamente un antiguo pesar mío,
y cuando tú quieras, sólo mira hacia atrás,
eres un antiguo pesar mío...
Te borraré ahora!

Aleja toda esa mierda de tu mente,
deja de pensar siempre en lo mismo,
aleja toda esa mierda de tu pequeña, retorcida y enferma mente...
Todos te lo dicen.

Esta canción de Disturbed, llamada "Monster" sí me representa exactamente en lo que me pasó, me pasa y me pasará. ¿Triste? Diría que no, tal vez las cosas cambien.

Sólo tal vez...

domingo, 12 de julio de 2009

Invitación a salir


-Me quiero ir.

-Pero, porqué? Si acabamos de llegar.

-No le veo el sentido a estar sentados acá sin ningún motivo aparente.

-Estamos acá para arreglar las cosas.

-No sé qué es lo que debemos arreglar. No entiendo. Acá no hay nada que arreglar porque nunca hubo nada.

-¿Porqué dices esas cosas? No ves que me due...

-Todo te duele. Todo te afecta. Estoy cansada de que siempre estés victimizado y que tenga que venir yo a consolarte, esto ya no lo aguanto, no tengo porqué...

-Si al menos hubieses sido clara desde el principio que esto te importaba una mierda...

-¿Una mierda? Esto a lo que llamas "algo", no significa nada, absolutamente nada, ni ahora, ni antes, pongamos en caso que fue follar y ya. Cualquier persona estaría feliz porque logró su objetivo y la pasó bien, porqué no haces lo mismo ahora y te buscas a otra, como yo ya hice, y te darás cuenta que conque te tengan contento en la cama te va a bastar.

-Soy una simple cacha.

-Me voy...

-No te vayas -la tomo del brazo fuertemente-, quédate, te invité para...

-Para nada. No conseguirás que volvamos a tirar, con suerte consigues que te vuelva a hablar, esto me da demasiada pena.

-No tiene sentido, esto ni nada TIENE sentido.

jueves, 9 de julio de 2009

Ese deseo...


Cada vez que te me acercas, cada vez que siento que me abrazas, cada vez que veo que me miras a los ojos, bajo la vista para observar tu cuerpo. Y lo deseo. Cuando te aproximas y me hablas con esa voz que me llena de ganas de averiguar cómo suena al gemir, también te deseo. No hay forma de quitar estos pensamientos.

Al acercar tu mejilla a la mía, puedo sentir cómo me estremece. No sé qué hacer más que fingir, tanto como se puede fingir un orgasmo, que no pasa nada por mi mente más que seguir escuchándote, en vez de amarte y tenerte. Eso quiero, eso me encantaría, no sabes cuanto.

Contengo este sentir hace tanto tiempo que no lograrías comprenderme, me dirías que debí haberte tomado por la cintura, haberte besado fuerte y haberte hecho sentir placer, tanto placer como el que sueño algún día sentir a tu lado.

Tiemblo al imaginarme diciendotelo o atrapándote en la pasión que me embarga cada día más, haciéndote partícipe de lo que siento que es tan fuerte y que es instintivo y que es irrefrenable.

El deseo no puede más dentro de mi. Me consume porque no puede consumirte, necesito de esto, necesito de ti... lo necesito ahora.

martes, 7 de julio de 2009

Prozac - Cap 14


Paseamos en mi auto, luego de conversar en aquel restaurante. Es como si volviera al pasado, pero con la diferencia de que no andábamos abrazados por el Metro de Santiago queriéndonos. Seguía hablándome de su vida, de las cosas que le pasaban, de las cosas que quería que le pasaran. Con esa voz que me hacía sentir persona, con esa actitud que me hacía recordar que las cosas fueron buenas en algún momento.

Le dije si quería follar. Me miró y me dijo que fuéramos a mi departamento y viéramos. Con eso comprobé que había cambiado.

Al menos eras fiel puta de mierda.

Debo confesar que estaba demasiado nervioso. Como nuestra primera vez. En que me mostraste el amor que podía sentir de otra persona... cosa que no he vuelto a hacer, eso le resta, digamos, fuerza a los orgasmos.

Te mostré el lugar como si fuera un niño pequeño, rápidamente, esa sonrisa con la cual te recordaba y que alegraba mi corazón (en algún momento tuve eso que llaman corazón) se presentó. Me estaba ablandando.

Sí, eso era. Me estaba ablandando.

Y ahora comenzabas a felicitarme por todo lo que he logrado, por todas las cosas que tenía, por lo que estaba haciendo por lo que iba a hacerte maraca de mierda, te tomé por la cintura y te besé como antes besaba, con fuerza, pasión, con nuestras lenguas jugando. Te llevé hasta la cama jugando con tu entrepierna y la mía, mientras se rozaban, nos tendimos y te dije que siempre estaría aquí para ti, que no me dejaras, pero lo dije bajo, muy bajo, tanto que ni siquiera yo mismo entendí lo que dije y me miraste con esos ojos llenos de deseo, que de pronto pararon.

-No, mejor no, ya? Esto nunca debió haber sido ni será. Ni volverá a seeeeeee......

Antes de que terminaras la frase, ya te estaba ahorcando. Fuerte. Cada vez más y más y más y más y más y más y más y más...

domingo, 5 de julio de 2009

No tiene futuro

No tiene futuro. No, no quiere tener. Simplemente, quiere seguir siendo lo que es ahora. No, no lo de ahora. No quiere ser nada, no quiere existir.

Sería tan fácil.

Desaprovecha oportunidades, desaporvecha momentos. Sueña, imagina, piensa cosas que no deberían existir. Jura que sí, pero no.

Es una gran nada y no quiere más.

No te sorprendas si no me vuelves a ver.

jueves, 2 de julio de 2009

No quería decirtelo...


Nos juntamos para conversar y resulta que no puedo dejar de pensar en que tengo que decirte algo. Por favor, no me mires así, no es nada malo! No, no tengo a nadie. Es otra cosa. Es algo que he estado pensando últimamente.

No me pongas esa cara, no quería que... no, porfa, no es que no te valore, no es eso, es que son cosas que yo no quería... Entiendo. Te entiendo. Pero, porfa, escuchame, porqué te enojas, no entiendo si no hago nada malo, esto no es algo malo, no me digas eso.

No seas hiriente.

Creo no merecer esas cosas, para. Termina. Aún, bueno, claro, sabes lo que te voy a decir, pero estoy seguro que ni siquiera sabes exactamente... no te vayas, no te quiero obligar a estar aquí, pero no me dejes así, basta.

No quería decirte que te quería. Y no pensé que te pondrías así.

Se fue.

Hay sentimientos que es mucho mejor guardar para siempre. No ariesgarse. Y seguir.