martes, 31 de marzo de 2009

No tiene paciencia


Tenía. La tenía por montones, por grandes cantidades. De hecho, siempre imaginé que serían varias las oportunidades en que jamás diría que no a alguien. En que jamás discutiría seguido con alguien. En que jamás pensara en mi primero. Está pasando. Mmm...

No sé si la paciencia tiene un límite. Si tiene uno, entonces hace tiempo que la barrera del mismo se destruyó. Siento que estoy cambiando tanto, primero lejanía, ahora esto. Antes, no deseaba más que estar tranquilo... ¿qué mierda puedo hacer entonces?

Tengo tantas intenciones de cambiar y eso lo noto en el hecho que escribo sobre aquello. Ya van dos.

La primera está en etapa de recuperación. Esta, con el paso del tiempo, recuperaré la virtud de la paciencia, que en abuso puede ser peligrosa, pero en su justa medida puede ser buena. En el fondo, me gustaba ser paciente. Esperar, no sobre reaccionar, etc. Esas cosas que solía hacer. Ahora, ni eso.

No quiero enojarme más. Por lo menos, por un buen tiempo. ¿Se puede? Todo en esta vida se puede, con un poquito de paciencia...

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