jueves, 5 de febrero de 2009

Vistiendo santos...


Cuando te vi, jamás pensé que ibas a ser una espina en mi corazón. Pero a la vez, nunca imaginé que ibas a hacer que me diera cuenta de esto: no volverá a pasar.

No volverá a pasar que querré más de lo que me quieren. No volveré a engancharme con las personas, no involucraré sentimientos en vano. No vale la pena. Nunca más.

No seré ese idiota que idealiza a todas. No. Ellas deberán idealizarme primero, sino, nada vale la pena. Entonces se convertirán en la de turno y nada más. No sentimientos. No dolor.

Eso he aprendido con el tiempo. Que no merezco esto. Sí, solo... estoy solo. Completamente. Aunque piense a veces en otra persona, ésta me ha demostrado que no hay remedio... nunca lo hay...

Y eso me ha vuelto más maldito. Así debo ser. Aprovechar oportunidades. Obviar sentimientos. Todas son iguales... nada es como lo pintan. Sólo necesitan amor porque ellas no se tienen amor propio suficiente y lo buscan con cualquiera con tal de sustituir su mera existencia...

Así era yo. Igual que ellas. Ya no. Aunque me quede para vestir santos...

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