sábado, 7 de febrero de 2009

Capricho o Realidad


El otro día mientras miraba por la ventana de la oficina y conversaba con un compañero, me asaltó una duda. A estas alturas no sé si estoy pensando en alguien por carpicho o en realidad siento algo. Ni siquiera le doy muchas vueltas al asunto y pasado el tiempo he comenzado a confundirme.

No sé si es porque conseguí algo y no llegué siquiera a la mitad del juego o porque prefiero una posición que otra. En resumen no tengo idea qué siento por quién. Y eso, cuando lo pienso bien, me intranquiliza.

Pero, como siempre hay un pero, eso es sólo por mi parte. El otro lado de la moneda sé exactamente lo que siente. O por lo menos creo saberlo. A veces me pregunto... su negación es porque realmente no quiere o porque siente que no debe querer?

Si es lo 1ero, pues pase. Sin embargo, siendo la 2da opción bastante viable, me quedo en ceros. Y eso sería lamentable. Para ambos.

Como no sé muy bien, creo que si es capricho o realidad no es influyente. Ya pasará. Aún me queda la duda. Pero pasará. De todos modos, me inclino por la realidad más que el capricho.

Quién sabe. Tal vez hubiesemos sido felices. O lo seremos. El destino es como una voluble puta...

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