jueves, 10 de julio de 2008

Un niñito [Cuento]


Había una vez un niñito muy jugetón y alegre. Este niñito no hacía nada más que alegrar la vida de quienes lo rodeaban y era muy simpático. Le gustaba experimentar situaciones nuevas, participaba en diversas cosas y siempre se encontraba motivado...

Así pasaron los años y el niñito se llenaba de amigos y gente que lo quería y respetaba. Hasta que un día conoció a una niñita muy linda y parecida a él. Como el niñito tenía facilidad para relacionarse con las personas le comenzó a conversar. La niñita se reía mucho con lo que le conversaba el niñito y se notaba que se podían empezar a llevar bien. Así fue y se hicieron amiguitos...

Pasó un poco de tiempo y estos niñitos se empezaron a ver muy seguido. Casi todos los días, por no decir que siempre. Conversaban mucho, se reían y la pasaban bien. Les gustaba saber el uno del otro, lo que era nuevo para ambos. Sin darse cuenta se gustaron...

Cuando el niñito se dio cuenta de eso, tuvo susto. La relación de amistad que tenían era genial y no había porque cambiar las cosas. La niñita de pronto se le comenzó a insinuar un poco, pero nada más allá. El niñito se puso más nervioso todavía, porque estaba confirmando sus sospechas....

Entonces el niñito se lo confesó. Y eso que lo pensó bastante. Y fue lindo para ambos, porque estuvieron juntos. Porque se querían y mucho, mucho, mucho... como ninguno de los dos se había imaginado. Pero como saben, cuando se llena un vaso con demasiada agua, éste se rebalsa...

Estos niñitos se pelearon. Al niñito le dolió mucho y a la niñita también. Ese cariño que se tenían, descubrieron de repente, que se podía transformar en odio en tan sólo segundos. Eso era lo que temía el niñito. Y pasó.

Se comenzaron a alejar. Nada era igual porque las cosas habían cambiado. Las peleas fueron constantes y, en definitiva, comenzaron a conocerse el uno al otro. Y esa relación tan linda murió...

La niñita nunca más le habló al niñito. De a poco se alejó de él. Antes conversaban y se juntaban siempre. Ahora, casi ni siquiera se cruzaban palabras. El niñito pensó en buscarla, pero se arrepintió. Así que, para evitar hacer y hacerse daño, se alejó pensando en que las cosas podían mejorar. Sin embargo, nunca más supo de ella...

Entonces el niñito cambió. Se volvió iracundo y solitario. Triste. Se reía de manera vacía. Todo no tenía fondo para él. Se apagó...

No pasó mucho tiempo y el niñito supo que lo mejor de todo era que había aprendido algo. Así que de ahí en adelante, el niñito decidió volver a ser el de antes, porque esa era su misión en este mundo y continuó siendo alegre aunque el dolor aún no se borre de su alma... porque siempre será el niñito más alegre que haya conocido en mi vida...

1 comentario:

T. Sweeney dijo...

*-*... esta bueno el cuento, aunque mientras lo leía, la palabra *niñito*, me sonaba algo raro en la cabeza xD!, el cuento es bastante realista por lo que leo... mmm... la verdad, amo más las metaforas xD!.
aún asi el cuento me gustó. ^^

saludos.
y cuidate.