martes, 20 de mayo de 2008

Sin Luz


El Ser Humano es de naturaleza solitaria. Cuando sale al mundo trata de suplirla de cualquier manera y lo que consigue finalmente son placebos que lo llevan a una pequeña satisfacción, pero nada más. El hombre nace y muere solo, dejándo a su paso decepciones, tristezas, penas, desilusiones y dolor. El alma humana carece de alegrías, nace dañada y se desvancece del mismo modo.

Aunque hay personas que dicen conseguir tal plenitud, es solamente un estado ulterior del alma que subyace dentro de sus dolores y penas; para conseguir algo debes dar algo del mismo valor a cambio, a eso se le llama sacrificio y perdida. No hay nada que la vida te dé gratis. Por eso se sufre tanto, por eso se vive buscando ese algo que te hace falta pero que no encontrarás. La soledad no es un estado es la base de la vida porque así se nace y así se muere, no existe otra salida.

La felicidad es un estado, la felicidad es una solución truncada de las decepciones y dolores, es el remedio que todos buscamos y que no podemos encontrar, por más que sacrifiquemos, por más que nos entreguemos, por más que decidamos dar todo de nuestro ser, es algo que no podemos alcanzar porque se nos es negado una y otra vez por la obra de nuestros actos que nos llevan al olvido de nosostros mismos.

No se trata de vivir insertos en el dolor mismo, se trata de saber que hay algunos que pueden enmascarar esos sentimientos, esos estados y finalmente seguir adelante y otros que se dan cuenta de su existencia como tales y saben que les son negados los placeres más básicos por el solo hecho de intentarlo. El rechazo y la desolación no vienen solos, vienen acompañados de la entrega y el regocijo de la donación de sentimientos puros y honestos que solamente buscaban ver la felicidad que no se tiene en la sonrisa del otro, en la única manera de poder decirse a sí mismo: bien hecho.

Cuando no hay otra salida, cuando se ve que no hay más remedio que dejar de pensar en uno mismo y abocarse en los demás surge la complasencia y la nada. Temo algun día despertar y saber que soy solamente una vasija de la abundancia para muchos sin ningún sustento más allá que existir en ciertos periodos de sus vidas, no siendo más que un instrumento dentro de una gran orquesta.

Tengo miedo de saber que sólo puedo aspirar a ser una nada para mi alma y un todo para nadie. Tengo demasiado temor. Demasiado.

No hay comentarios.: